El Ejecutivo provincial ratificó los términos del proyecto de ley enviado a la Unicameral para sumar otras 2.400 tragamonedas al parque de máquinas concesionados a la Compañía de Entretenimientos y Turismo (CET).
En tanto, fuentes de Lotería consultadas por Comercio y Justicia admitieron que la subsidiaria del Grupo Roggio denunció una creciente caída en la facturación que, según la compañía, ya rondaría el 30 por ciento en relación con julio pasado, previo a la aplicación del tributo del cinco por ciento al juego.
“Aseguran que en noviembre cayó hasta 25 millones de pesos”, revelaron los informantes, siempre según datos de CET.
En cuanto al proyecto de ley girado a la Unicameral, fuentes del Ejecutivo aseguraron que no habrá marcha atrás con la iniciativa pese a la oposición de diferentes sectores y principalmente tras la decisión del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, de abortar el preacuerdo alcanzado con el Gobierno nacional para ampliar el parque de tragamonedas en el Hipódromo de Palermo, medida que beneficiaba al empresario del juego Cristobal López.
“El acuerdo avalaría un negocio que, claramente, por lo menos goza de una enorme falta de transparencia en cómo lo ha hecho el Gobierno nacional”, expresó el mandatario porteño en rueda de prensa.
Por lo demás, la caída en la facturación que denuncia la empresa, anticipada días atrás por este medio, se habría acentuado en los últimos días hasta alcanzar el 30 por ciento promedio.
“Alegan que los menores ingresos son producto del impacto del impuesto del 5 por ciento al juego, aunque en los últimos días se habría sumado también el impacto de la crisis.
Según pudo conocer este medio y pese al hermetismo de CET, trascendió que evalúan el impacto del anuncio de ampliación de máquinas y del nuevo canon que deberían abonar por tragamonedas que se sumen al parque actual, punto que deberá discutirse con el Ejecutivo, según consta en el proyecto de ley.
Pero el dato clave es el cómo impactará en la facturación de la empresa la aplicación desde el primero de enero próximo del impuesto del cinco por ciento que desde ese día comenzará a debitarse directamente mediante un software cada vez que la tragamoneda otorgue un premio al apostador.
Hasta ahora, el cobro se efectúa cada vez que el usuario canjea por caja las fichas ganadas o remantentes por dinero en efectivo.