“La perspectiva de la rentabilidad no nos permite ver las necesidades de la comunidad y las posibilidades productivas que ellas generan”, sostuvo a Comercio y Justicia Enrique Martínez, presidente del INTI.
El martes pasado a la mañana, unos 30 representantes de municipios y regiones de diferentes localidades cordobesas -abarcando desde regiones “sojeras”, pasando por la cuenca lechera y llegando hasta zonas turísticas- se reunieron en la sede del INTI Córdoba aceptando la invitación de la entidad para dialogar sobre el desarrollo local.
“En estos momentos de crisis -arrancó Martínez su charla con los intendentes- hay un espacio para debatir sobre lo que necesitamos”. “El Gobierno nacional encara medidas para fomentar el consumo, lo cual está bien en estas crisis de caída de demanda, pero eso sólo no basta”, sostuvo.
“Nunca, en las respuestas mundiales ante las crisis, hubo una mirada de autocrítica. Nuestros países tienen la obligación de ir un poco más allá. En un contexto como el nuestro, de desigualdad creciente, con una diferencia de ingresos entre regiones, etc., si volvemos solamente al punto anterior, seguimos soportando la concentración, etc. Tenemos el derecho y la obligación de mirar más allá. Creemos que es una oportunidad para reflexionar, ya que en momentos de crisis buena parte de la dirigencia se pone a pensar qué hacemos para que la crisis nos haga menos mal. Y esas cosas pueden incluir parte del núcleo duro de problemas que tenemos”, definió Martínez.
“Siempre se ha dicho que los municipios con problemas de ocupación, desarrollo, etc. pueden implementar con beneficios impositivos, por ejemplo, parques industriales o modelos similares. Esto se encaró con resultados modestos y cuando desaparecieron los incentivos desapareció el desarrollo, los inversores desaparecieron buscando áreas de promoción. Esos errores son los que no debemos repetir y para eso debemos pensar, pensar y pensar de dónde sale el desarrollo. Nosotros sostenemos que en gran medida el desarrollo puede surgir de la comunidad. Habitualmente se piensa que hacen falta inversores y en realidad nosotros creemos que antes que inversores se necesita conocimiento técnico para decidir “qué hacer”, y luego será más fácil buscar cómo lo hacemos y con qué recursos económicos y humanos”.
La propuesta presentada implica un modelo de desarrollo local sustentable, de alcance municipal, atendiendo las distintas problemáticas sociales en el marco de los municipios, y con el protagonismo de la comunidad para atender sus diferentes necesidades. El modelo incluye lo que Martínez definió como la “corporación para la producción local”, es decir la confluencia de gobiernos municipales, pymes e instituciones locales que hagan sustentable el desarrollo, en que el Municipio toma la iniciativa y busca actores y recursos.
Estas necesidades están definidas por el INTI desde dos perspectivas: las necesidades sociales y las necesidades básicas. Las primeras son: eficiencia en el uso de la energía, utilización de fuentes de energía renovables, calidad y cantidad de agua potable, procesamiento de residuos urbanos o industriales, mantenimiento de infraestructura, lealtad comercial y comunicación local. Las segundas comprenden la alimentación, la vestimenta, la vivienda, la recreación y la atención de los discapacitados. Para estos desarrollos el INTI dispone de soluciones para hacer una implementación a escala local.
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