El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Biolcati, aseguró que si al campo “lo dejan hacer” puede sacar a la Argentina de la crisis y que, en tal caso, “lloverá bienestar y pleno empleo”.
De esta manera, Biolcati afirmó que “el engranaje productivo está intacto. La capacidad de hacer está probada en todas las crisis que fuimos capaces de remontar”, dijo al hablar ayer en el acto de inauguración de la exposición “Nuestros Caballos” que se realiza en Palermo.
El dirigente agropecuario señaló que sólo hace falta que se permita al campo trabajar y que entonces “lloverá carne, leche y granos, lloverá bienestar y pleno empleo”.
El discurso de Biolcati coincide con recientes declaraciones del titular de la Secretaría de Agricultura, Carlos Cheppi, quien desde Mendoza llamó al diálogo con el sector.
Biolcati dijo que “todos los argentinos transitamos en estos días por incertidumbres y contradicciones, al amparo de una inercia alarmante de un Estado ausente”.
“Estamos convencidos que Argentina está en condiciones de salir airosa de la debacle”, indicó quien integra la Mesa de Enlace.
Tras mencionar “las actuales turbulencias financieras”, aseveró que se puede “aumentar la participación en los mercados mundiales y posicionarnos nuevamente como un abastecedor confiable de alimentos y de energía renovable”.
Durante su análisis, aseguró que “sólo faltan un par de señales que restituyan la confianza en la inversión productiva, hoy perdida en la maraña intervencionista de una política suicida”.
De todos modos, admitió que la creación del Ministerio de la Producción es “una señal positiva” en ese sentido, y sostuvo que “haber puesto a Débora Giorgi a su cargo también es una buena señal”.
Biolcati consideró en su discurso que el Gobierno “parece ignorar los problemas de todos los días, para dedicarse a la retórica vacía del discurso grandilocuente”. “Los políticos pueden pensar en las próximas elecciones, pero los gobernantes deben pensar en las próximas generaciones”, señaló.
Asimismo, hizo un llamamiento a “no desaprovechar este momento histórico para la Argentina” ya que “el mundo podrá prescindir transitoria y obligadamente de sofisticadas superficialidades, pero no dejará de demandar alimentos”.
Y eso es “algo que podemos y sabemos hacer, abasteciendo no solo la demanda externa sino preservando la mesa de los argentinos”.
Por último, señaló que sólo falta la decisión política de elaborar en conjunto, Gobierno y sociedad civil, “un plan concreto y tangible”.