Para evitar fuga de capitales y estabilizar el dólar, el Banco Central emitió un paquete de medidas a través de las cuales obliga a entidades financieras e inversores a retener en sus carteras los títulos y acciones por un lapso de al menos tres días hasta poder revenderlas.
En su primer día de vigencia de estas medidas, el Central consiguió al menos mantener estable el valor de la divisa norteamericana, que cerró a $3,37 comprador y $3,40 vendedor.
De esta manera, se desincentiva la compra de acciones de empresas extranjeras que cotizan en el país y de otros títulos, dado que sube el riesgo al no poder venderlos en el corto plazo en un contexto de incertidumbre permanente.
En los últimos días y ante el temblor que generó en los mercado la decisión del Gobierno de reformar el sistema previsional, los inversores comenzaron a utilizar una operación a través de la que compraban acciones de empresas extranjeras en el país y las vendían en el exterior para convertirlas en dólares, pero fuera de Argentina. De esta manera, podían eludir los controles del Central que los obligaban a retirar del país no más de 2 millones de dólares diarios, y con autorización previa.
Paulatinamente se fue aumentando el control sobre estas operaciones, al incrementar de entre 1 y 2% a 5% el costo de la comisión.
Con la medida implementada desde ayer, el Gobierno también logra “planchar” el dólar porque, al no poder liquidar acciones y títulos, baja la presión sobre la demanda de moneda norteamericana, sin necesidad de que el Central intervenga en el mercado cambiario liquidando sus reservas.
La medida fue informada poco antes de la apertura de los mercados, y estableció que los inversores deberán retener títulos y acciones por un lapso de al menos tres días. “A partir de hoy el acceso al mercado de cambios de las entidades financieras por las operaciones de compra y venta de títulos y mercados autorregulados, estará sujeta a la conformidad previa del Banco Central”, establece la normativa.