Esta semana se llevó a cabo la segunda ronda de negociaciones del Plan Estratégico Industrial 2020 de la cadena de valor de la maquinaria agrícola.
En ese marco, las autoridades nacionales confirmaron que forzarán una mayor integración de piezas nacionales en el sector -de entre 55% y 60%- y anunciaron que instrumentarán “otra herramienta” de apoyo para las empresas del rubro cuando finalice la vigencia del bono a 14%. Evalúan extender créditos blandos para la compra de cualquier tipo de maquinaria, tal como existe en la actualidad para las autopropulsadas.
“En Argentina, ensamble no; es inquebrantable el objetivo para 2013 de una integración nacional de entre 55% y 60% para la maquinaria agrícola”, aseguró la ministra de Industria, Débora Giorgi, al encabezar la segunda ronda de negociaciones del Plan Estratégico Industrial 2020 de la cadena de valor del sector.
Giorgi puntualizó distintas políticas activas que lleva adelante el Estado nacional para apoyar el sector, como la mesa de integración de agropartes, la suba de aranceles para los bienes de capital junto al mantenimiento del incentivo para los productores locales de estos bienes y los créditos blandos para la compra de maquinaria agrícola autopropulsada.
La ministra destacó que el Ejecutivo no dejará el sector sin herramientas, ya que, “cuando se terminen los bonos a 14%, se lo compensará con otra herramienta de incentivo fiscal sustentable”. Además, adelantó que se analiza la extensión de los créditos blandos a toda la maquinaria, en línea con las medidas contracíclicas que dispuso la Nación a lo largo de 2012, buscando contrarrestar el freno en el nivel de actividad económica, en la inversión y en la producción industrial.
Durante el encuentro, los diferentes actores de la cadena revalidaron los objetivos sectoriales para 2020: una producción nacional de maquinaria agrícola de 2.500 millones de dólares; la creación de 8.000 nuevos empleos en el sector; fabricar en el país 10.000 sembradoras, 4.000 cosechadoras y 11.000 tractores; y alcanzar un superávit de 455 millones de dólares para el sector.
Avances en tractores
La ministra destacó y puso como ejemplo el dinamismo de la firma nacional Pauny, que alcanzó en octubre récord de producción de tractores -159 unidades- y lleva fabricadas desde enero 1.259, la cifra más alta en 30 años. Además, esa compañía puso en marcha una nueva línea de montaje y amplió su planta de fundición, subrayó Giorgi.
Si bien, en lo que va del año, las ventas a pesos corrientes se mantienen al mismo nivel que el año pasado -lo cual evidencia una baja real por efecto de la inflación-, se incrementó la participación nacional en el mercado interno, uno de los objetivos del sector. En este último punto tallaron, seguramente, las restricciones a las importaciones, implementadas para cuidar las divisas y mejorar la sustitución de productos importados.
Además, el primer semestre muestra, respecto al mismo período del año pasado, una importante merma en el déficit comercial de cosechadoras, que pasó de 68 millones de dólares a seis millones de dólares y una suba de las exportaciones de US$10 millones a US$18 millones.
En tractores, la exportación pasó de 700.000 dólares en los seis primeros meses del año pasado a 15 millones en ese período de este año. Así, el déficit pasó de 58 millones de dólares a un superávit de US$5 millones.
En suma, el sector se encuentra en una situación lejana a los mejores años de la década pasada, pero la recuperación del sector agropecuario en el plano interno, junto a la mejoría -aún leve- del escenario internacional, auguran un prometedor 2013.