Buscan complementar la dieta con carne de esa peculiar ave, preparar el tradicional plato argentino con quinoa, lenteja y semilla de girasol y una golosina que sea dietética.
Autóctona, magra y saludable, las tres características de la carne de ñandú que la hacen una opción válida para diversificar la alimentación. Al igual que los alfajores dietéticos de harina de nopal -una especie de la familia de los cáctus- que, tras pasar un testeo, logró 93% de aceptación entre 105 pruebas. A la lista se suman las milanesas vegetarianas libres de gluten y hechas en base a quinoa, lentejas y semillas de girasol.
Las tres propuestas formaron parte de las casi 30 investigaciones y proyectos implementados en el país que se presentaron el pasado viernes y sábado en el marco de las IV Jornadas “Nutricionistas al día”, a las que tuvo acceso Comercio y Justicia.
“Seguimos queriendo caminar la integración de la teoría y las experiencias profesionales en las diferentes áreas del ejercicio. Seguimos apostando a la reflexión sobre nuestras prácticas profesionales desde diferentes estrategias”, señaló la Comisión Organizadora, dependiente del Colegio de Nutricionistas de Córdoba.
Entre las prácticas propias del sector, los estudios dirigidos a generar nuevas opciones de alimentos saludables ocupó un lugar especial en el Hotel Holiday Inn donde se desarrolló el encuentro.
El foco puesto sobre la carne de ñandú estuvo a cargo de Anabella Scampitelli y Lucía Bernard, quienes determinaron las virtudes nutricionales tales como bajo contenido lipídico y presencia de AG (ácidos grasos) W3 (ácido linolénico), que resultan relevantes y posicionan esta carne como opción necesaria para diversificar e incluir nuevos alimentos en la dieta.
Para evaluar el grado de aceptación, encuestaron a 120 alumnos de la Licenciatura en Nutrición de la Universidad Fasta, que arrojó un promedio general de aceptación de 45%.
A diferencia de ésta, el alfajor dietético con harina de nopal -especie de cactus que se encuentra en forma silvestre en el norte del país- logró casi el total de adhesión.
“El valor calórico del alfajor resultó inferior a los comerciales de su tipo (356 Kcal), con un contenido proteico (9,03%) y de fibra alimentaria total (4,8%) superior a los de referencia. Registró un porcentaje de aceptabilidad de 93% -sobre 105 consumidores-”, destacaron, en su estudio, María Isabel Margalef, Fabiana Castillo, Susana Tófoli y Liliana Estrada.
El desarrollo de esta golosina fue factible gracias a la utilización de harina de nopalito (brotes tiernos de la planta de la tuna cuando tiene entre dos y tres meses de edad y entre 10 y 15 centímetros de longitud).
En la formulación de este nuevo tipo de alfajor se logró “un producto sin adición de azúcar, fuente de proteínas y fibra alimentaria, de buena aceptabilidad”, explicaron los especialistas.
“Mila” para celíacos
Otra de las novedades de las jornadas fueron las milanesas vegetarianas que propusieron un equipo de nutricionistas encabezados por Miriam Cingolani y Cecilia Belton. Se trata de un alimento libre de gluten y a base de quinoa, lenteja y semilla de girasol; libre de grasas hidrogenadas (trans) y conservantes.
Los especialistas destacaron que esta milanesa es una alternativa apta para personas con enfermedad celíaca, ya que los ingredientes seleccionados son libres de proteínas formadoras de gluten.
Si bien el producto elaborado fue aceptado en los atributos textura y sabor, no obtuvo igual resultado para el atributo color.
“Se puede afirmar que este producto tiene una buena complementación de aminoácidos esenciales como así también un buen aporte de hierro. Es por esto que lo hace un alimento rico en nutrientes que pueden ser críticos para vegetarianos”, concluyeron.