Una encuesta entre 695 sufragantes mostró “alta” consideración para los fiscales públicos electorales y “limitada” con relación a fraude y clientelismo.
Los cordobeses valoraron positivamente el rol de los Fiscales Públicos Electorales (FIPE), ejercido por funcionarios judiciales, y el de las autoridades de mesa (docentes). Así surge de una encuesta que el domingo pasado aplicó el Instituto Federal de Gobierno (IFG) de la Universidad Católica de Córdoba entre 695 electores para conocer el funcionamiento del proceso. El informe preliminar al que tuvo acceso Comercio y Justicia mostró que la confianza en el nuevo sistema fue “alta” para fiscales y autoridades de mesa y “limitada” en relación con el fraude y el clientelismo.
Además de la boleta única, la encuesta buscó medir cuánta confianza generaron las dos nuevas figuras de la reforma política, es decir la presencia de FIPE en todos los colegios y docentes como autoridades de mesa, introducidos para aumentar la confianza de la población en el proceso electoral.
En este sentido, se solicitó a los encuestados su evaluación en una escala del 1 al 10. “A 66% de los encuestados, el FIPE le generó una confianza mayor o igual que 7, mientras que en el caso de la Autoridad de Mesa de Votación los mismos valores ascienden a 74% de los electores entrevistados. En la misma línea, 94,1% de los encuestados opinó que el rol de la Autoridad de su Mesa de Votación fue desempeñado correctamente, mientras que 87,6% consideró que estaba bien capacitada”, detalla el informe del instituto que dirige Matías Bianchi, licenciado en Ciencia Política.
“No obstante esta percepción de los electores, mediante la observación detallada en los lugares de votación se identificó la falta de capacitación por parte de las autoridades de mesa, quienes se veían con dudas y a veces inseguros sobre varios aspectos del procedimiento de la elección (incluyendo el uso de la Boleta Única de Sufragio (BUS) y el doblado de ésta. En algunos casos, esto permitió una mayor influencia de los fiscales partidarios que pudieron aprovecharse de la situación e imponer sus criterios”, agrega el informe.
Escepticismo
El IFG advierte que -a pesar de que el sistema de boleta única y las reformas políticas implementadas han tenido una amplia aceptación- existe aún mucho escepticismo con respecto a algunos de los beneficios que la reforma habría traído. “Por un lado, 54,7% de los encuestados manifestaron que el fraude será igual o peor que antes, mientras que 56,8 % opinó que el clientelismo también sería igual o peor que antes”.
En relación con la adhesión al sistema democrático, y en línea con otras encuestas internacionales, 75.1% de los encuestados refirió que siempre es preferible la democracia frente a otros sistemas de gobierno. Este número contrasta con el 9,4 % que afirmó que una autocracia sería preferible en algunas circunstancias y un 11,2% que se mostró indiferente.
Otro aspecto de cultura política que surgió con claridad en esta encuesta es que los electores se orientan a votar en consideración del candidato antes que del partido político (61,6% vs.16,7%).