Legisladores buscan mejorar la seguridad bancaria. Se estima que la Policía Federal secuestra al año cinco millones de billetes apócrifos.
A partir de las quejas de los usuarios que extraían billetes espurios de los propios cajeros automáticos, un grupo de diputados presentó un proyecto en el Congreso Nacional tendiente a la incorporación de “máquinas contadoras y detectoras de billetes falsos en la totalidad de los puestos de entrega de dinero de las entidades financieras”.
La norma se inscribiría como un agregado a la ley 26637 de seguridad bancaria, sancionada en 2010 tras la salidera que tuvo como víctima a Carolina Píparo. Sus impulsores son Silvia Storni (UCR), Hilma Re (CC), Olga Guzmán (Movimiento Popular Neuquino), Fernanda Gil Lozano, Alicia Ciciliani y Ricardo Cuccovillo, del Partido Socialista.
Para los diputados, dicha ley “intenta prevenir el riesgo y la inseguridad a los cuales las personas están siendo sometidas por las nuevas y diferentes modalidades de hechos delictivos dentro y a la salida de las entidades financieras”, pero “no contempla otro fenómeno nuevo, y cada vez más frecuente, que es la entrega de billetes falsos en las líneas de caja” los bancos.
Según los legisladores “la expedición de dinero falso en ventanillas creció de manera continua en los últimos tiempos” y “la Policía Federal secuestra por año cinco millones de pesos apócrifos, en tanto que la cantidad de plata de ese tipo que prosigue en circulación duplica dicho número -ronda 10 millones de pesos-“.
“Es una situación de corte crítico que, además, constituye un delito previsto por nuestro Código Penal -que establece una pena a quien falsifique moneda de curso legal en el país, o al que la introduzca, expenda o ponga en circulación- de entre tres y cinco años de cárcel, en el Capítulo I del Título XII de dicho plexo normativo”, recuerdan los legisladores entre los fundamentos del proyecto al que accedió Comercio y Justicia.
Los legisladores entienden que la iniciativa mejorará la seguridad y deberá ser obligatoria para todos los cajeros exceptuando las “sucursales bancarias simplificadas”.
“Nos encontramos en una relación directa banco-cliente, en la cual se contraponen el alto grado de especialización de las entidades bancarias y financieras, con la inexperiencia y conocimientos del consumidor para identificar el carácter espurio del billete”, argumentan los legisladores, quienes creen que con esta medida “el consumidor estará en mejores condiciones de detectar si los billetes percibidos son de curso legal”.
“Entendemos que dichas máquinas han de reunir las condiciones que al efecto deba prever la autoridad de aplicación para su homologación; como así también deberán implementarse normas y procedimientos para el contralor de su funcionamiento y habilitación. Como factor preponderante deberán contar con elementos externos que permitan advertir la verosimilitud, o no, de los billetes que sean sometidos a su operatoria y control”, expresaron los diputados.
La iniciativa fue destinada a las comisiones de Finanzas, Seguridad Interior y Presupuesto y Hacienda.