ESCUCHAREn el marco de la Cumbre del G20, en Río de Janeiro, la Argentina adelantó que adherirá a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, la apuesta del brasileño Luiz Inacio Lula da Silva como presidente pro tempore del foro internacional.
Se trata de un pacto global que contempla distintas modalidades de participación para destinar recursos y conocimientos a la implementación de políticas públicas, así como tecnologías para erradicar el hambre y la pobreza en el mundo.
Pese a las diferencias que Javier Milei mantiene con la mayoría de iniciativas que impulsa el mandatario anfitrión, el país de sumó.
“La República Argentina se compromete a luchar contra el hambre y la pobreza mediante reformas de mercado que, además de su probada eficacia para alcanzar el doble objetivo de esta Alianza, respeten la igualdad de derechos de todos los individuos”, sostiene el documento oficial. Agrega que el país se suma recordando que ello “no implica la aprobación colectiva de instrumentos o programas de políticas específicos”.
El texto agrega que entre los esquemas de adhesión disponibles se contemplan “enfoques impulsados y orientados por el mercado”.
Además, consigna que “las políticas socialistas violan los derechos de los individuos y, al asfixiar las economías de los Estados nacionales que las implementan, siguen provocando un subdesarrollo insostenible que impide cualquier lucha viable contra el hambre y la pobreza”.
Milei tiene profundas diferencias con la agenda que impulsa Brasil. Lula trabajó para que la declaración final del G20 incluya una narrativa emparentada con la Agenda 2030, que el argentino rechaza.
El impulso a la creación de un impuesto a los “súper ricos” y las políticas sobre el cambio climático y la igualdad de género van en contra de los posicionamientos que el líder libertario viene exponiendo a nivel internacional.
