La Sala 1ª de la Cámara del Trabajo admitió la demanda presentada por un trabajador en contra de las firmas empleadoras y sus administradores, condenando a ambas partes de forma solidaria por el despido discriminatorio del actor, un hombre portador de VIH, y la falta de registración laboral.
El tribunal, integrado por el vocal Ricardo Agustín Giletta, dictó la sentencia tras concluir que la desvinculación del trabajador fue injustificada y que el accionar de las empresas implicaba un claro caso de discriminación.
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