“Gran parte de los usuarios del mundo me eligen porque brindo un servicio de calidad” sostuvo Google, y también porque su aplicación está preinstalada en los aparatos celulares de los principales fabricantes, a quienes les comparte su ganancia, concluyó el juez federal Amit Mehta, en el juicio que le inició el Gobierno de Estados Unidos a la mencionada empresa por actividades monopólicas, en un fallo de casi 300 hojas.
Mehta concluyó que la empresa realizó pagos multimillonarios a diversos fabricantes para mantener su motor de búsqueda como predeterminado en los navegadores web y que, así, actuó de forma ilegal.
Kent Walker, el presidente de Asuntos Globales de Alphabet, la empresa matriz de Google, explicó que tanto Apple como Samsung -entre otros- los eligen porque son los mejores y ejemplificó que el pago a los fabricantes de dispositivos y a las operadoras por la promoción adicional de servicios como Chrome y Search es similar a la situación que se produce cuando un supermercado cobra a una marca de cereales por poner sus productos a la vista en una estantería o al final de un pasillo.
El fallo es muy interesante con varios capítulos que se tratarán de analizar en diversas columnas, ya que en esta oportunidad el eje será la resolución central adoptada.
El liderazgo de Google, entre los motores de búsqueda de Internet, se mantiene intacto por más de 10 años: ya en 2009 ocho de cada 10 búsquedas se canalizaban por sus servicios y, en 2020, ese número subió a 9 de cada 10 que se incrementó al 95% en los celulares, quedando en segundo lugar Bing, el buscador de Microsoft, que tiene seis por ciento del mercado. El juez interviniente sostiene que este liderazgo no fue por casualidad sino el resultado de dos acciones principales: una, contratar personal especializado para brindar un producto de calidad; y la otra, celebrar convenios de distribución con los fabricantes de equipos. Asimismo, el magistrado explica que la mayoría de los usuarios accede a internet por un navegador como Safari, o un widget precargado en el celular, que están configurados desde fábrica con un buscador por defecto, que es el de Google.
La mayoría de los usuarios -sostiene el fallo- utilizan los servicios que vienen precargados en sus computadoras y/o celulares, por lo que el hecho de que sea un servicio por defecto es muy valioso, tanto por tráfico como por la calidad de la información que recibe, lo que impacta en su negocio principal, que es la publicidad dirigida, destacando que en 2014 Google facturó $47 billones de dólares por publicidad y, en 2021, US$146 billones. Por su parte, Bing facturó en 2022 menos de US$12 billón, que -si bien no deja de ser una cifra muy interesante- son “migas” al lado de las de su competidor.
Analizando los contratos celebrados con fabricantes, el juez explica que el monto a pagar es un porcentaje de las ganancias por publicidades que se generaron a través de cada punto de acceso, con la condición de que no haya otro buscador precargado; estos pagos en 2021 ascendieron a US$26 billones, destacando que éste es el mayor costo para Google, ya que cuadriplica a todos los otros costos operativos juntos. Estos acuerdos de distribución exclusivos forzaron a los demás buscadores a generar otros canales para conquistar usuarios.
A este juicio le falta un tiempo para consolidarse, además de estar pendiente la definición de las sanciones a Google por parte del juez Mehta, que también debería tener muchas implicancias no sólo en la gestión del buscador de Google sino en las cuentas de Apple, Samsung y demás beneficiarios porque ya este mes dejarán de percibir millones de dólares, quienes a su vez también deberían ser condenados, siguiendo la misma lógica, ya que fueron parte decisiva en el éxito monopólico de Google.
Este fallo tiene tantas implicancias directas e indirectas que modificará sustancialmente la gestión de Internet hacia el futuro. ¡A estar atentos!
(*) Abogado, especialista en Derecho Informático.