A fines de mayo abrirá en Córdoba su sucursal número quince e inaugurará tres puntos de venta más en el interior provincial, uno en Mendoza y otro en San Luis.
Il Panino, cadena gastronómica cordobesa, que transita su vigésimo año en el mercado anunció un plan de expansión en Córdoba y la región de Cuyo, el que tiene como objetivo cerrar el 2011 con veinte locales en el país.
A la fecha, la empresa cuenta con catorce puntos de venta, entre propios y franquiciados, distribuidos en Córdoba, Mendoza y San Luis.
Para fines de mayo planea abrir su sucursal número quince a nivel nacional y la séptima de la ciudad de Córdoba, en la esquina de avenida Richieri y Luque del Barrio Rogelio Martinez.
En tanto que, para los próximos meses anunciará la apertura de franquicias en el interior provincial, Mendoza y San Luis.
“También tenemos planeado ‘desembarcar’ en Buenos Aires, pero este proyecto quedará, seguramente, para 2012”, anticipó a Comercio y Justicia Jorge Piñeiro, quien junto a su mujer Cristina conduce la empresa.
“Vamos creciendo de a poco, pero firmes. Il Panino es un producto que tiene veinte años de aceptación y nuestros locales se han ido consolidando en cuanto a volumen de ventas”, remarcó el empresario.
La apertura de un local de la firma demanda, en promedio, un piso de inversión de $200.000, aunque todo depende de la ubicación y de las características del inmueble. Los márgenes de rentabilidad rondan 15% de las ventas. “La gastronomía es un rubro muy sensible al volumen de ventas. Con un pequeño aumento, la rentabilidad crece mucho”, explicó Piñeiro y añadió: “La particularidad de la actividad es que está protegida de la inflación, puesto que a diferencia de otros sectores, no maneja stock y los pagos son en efectivo o a lo sumo con tarjeta a 30 días”.
Diferencial
Il Panino nació como lomitería y comercio de comidas rápidas en los shopping y luego decidió renovar el formato con locales a la calle con características de restaurante, con una carta corta, pero completa a base de carnes rojas, blancas, pescados, ensaladas y postres caseros.
”Nuestro valor ‘diferencial’ radica en usar la imaginación para mantener la clientela, preocuparse por los costos para contar con precios de venta razonables y, particularmente, en el entrenamiento del personal. Nosotros innovamos siempre con la pastelería, por ejemplo, y trabajamos con jóvenes cocineros, quienes renuevan el menú todos los días”, destacó Piñeiro.
En un local de la firma, trabajan alrededor de quince personas para cubrir una capacidad de unos 70 cubiertos. El precio promedio de un menú es de $38, que incluye entrada, plato principal, postre y bebida. Actualmente, la cadena desarrolló una campaña de rediseño de su imagen y está trabajando en la remodelación de todos sus locales.