Bibiana Ottones, gerente de relaciones institucionales de Fundación Telefónica-Proniño.
En el mundo hay 215 millones de niños de entre 5 y 14 años que trabajan. La situación que refleja la última estadística de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) implica afectación en la salud psíquico-física, que impide el desarrollo de la infancia y limitación de tiempo de juego, de descanso y de escuela. Con el fin de concientizar sobre esta problemática, unas 5.000 personas -entre adultos y niños-, se sumaron a la caravana Proniño contra el trabajo infantil,una iniciativa de la Fundación Telefónica que tuvo lugar el pasado sábado en el Parque Sarmiento.
En Córdoba, el programa Proniño beneficia con escolarización, atención médica y actividades recreativas a 360 niños y adolescentes, quienes realizan trabajo doméstico, venta ambulante y albañilería provenientes de los barrios José Ignacio Díaz, El Progreso, Los Andes, El Paraíso y El Renuevo.
Bibiana Ottones, gerente de relaciones institucionales de Fundación Telefónica brindó a Comercio y Justicia más detalles de una compleja problemática que, según considera, sólo podrá encontrar soluciones con el esfuerzo conjunto del sector público, las empresas y las organizaciones sociales.
– Estando en contacto con niños trabajadores, ¿de qué manera impacta el trabajo infantil en su futuro?
– El impacto es sumamente negativo en el rendimiento escolar, ya que claramente los niños trabajadores tienen muchas más dificultades para lograr un buen desempeño escolar, por cansancio, desmotivación y falta de concentración. Esto también se puede observar en la gran cantidad de niños que repiten, o presentan reiteradas inasistencias o llegadas tarde a la escuela.
Hay que tener en cuenta que los niños entre 5 y 13 años concurren en su mayoría a la escuela mientras los adolescentes presentan altos índices de deserción escolar y un dato preocupante de la Encuesta de actividades de niños, niñas y adolescentes (Eanna), realizada por el Ministerio de Trabajo de la Nación durante 2006, revela que 50,7% de los adolescentes trabajadores de Córdoba no asiste a la escuela.
El trabajo infantil en cualquiera de sus modalidades implica una vulneración de los derechos de la niñez y tiene consecuencias nocivas para el normal crecimiento y desarrollo de los niños y su posterior vida de adulto.Por dar un ejemplo, los niños que trabajan y están en situación de calle, en esta doble condición, implementan diferentes estrategias de supervivencia y se ven expuestos a diferentes peligros sin una contención social adecuada. O como los niños que trabajan en el campo y utilizan productos agroquímicos que tienen consecuencias altamente perjudiciales para su salud.
– ¿Cuáles son los datos estadísticos más frescos con los que cuenta para graficar la situación del trabajo infantil en Córdoba?
– Contamos con la información publicada por la Eanna, relevada en la provincia de Córdoba del año 2006. En la ella, se observa que 8,4 % de los niños de 5 a 13 años trabajaron en la semana de referencia. Siendo un porcentaje alto con relación a 6,5% registrado en 2004 para el conjunto de regiones (NEA, NOA, provincia de Mendoza y Gran Buenos Aires). Entre las principales actividades realizadas por los niños se encuentran: ayuda en un negocio, oficina o taller, cuidado de niños, de mayores o enfermos fuera del hogar, realización de mandados, trámites para terceros.
Para el grupo etario de los adolescentes de 14 a 17 años, 29,7% son trabajadores, evidenciando un porcentaje significativo comparado con los datos de la Eanna 2004, que registraron 9 puntos porcentuales por debajo de esta cifra. Entre las actividades predominantes entre los adolescentes se pueden mencionar: ayuda en la construcción o reparación de viviendas, elaboración de comidas para su venta, limpieza de casas o negocios.
El trabajo infantil está más difundido entre los niños que entre las niñas e implica una característica particular de Córdoba en cuanto a una acentuada división del trabajo infantil y adolescente por sexo. Vale la pena aclarar que estos datos fueron anteriores a la sanción de La Ley N° 26.390 sobre Prohibición del Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Adolescente sancionada en junio de 2008 por el Congreso de la Nación, estableciendo como edad mínima para el trabajo los 16 años a partir del 2010.
De todas formas los datos significativos mencionados anteriormente nos llevan a reflexionar sobre la importancia de generar conciencia, visibilidad sobre esta compleja problemática y trabajar en red para abordar esta compleja problemática entre sector público, privado y organizaciones sociales.