El director de emergencias de la ONU, Martin Griffiths, declaró que aún se desconoce el alcance de la catástrofe humanitaria causada por las inundaciones en el este de Libia, que según datos provisionales provocaron la muerte de al menos 3.800 personas.
En una rueda de prensa en Ginebra, el funcionario precisó que no hay datos sobre el “nivel de necesidades” y enfatizó que el número de fallecidos se desconoce.
En tanto, Tamer Ramadan, responsable de las operaciones de ayuda de la Cruz Roja en Libia, indicó que todavía hay esperanzas de encontrar personas vivas. Dijo además que el conteo de víctimas no es “ni definitivo ni preciso”.
El país, inmerso inestabilidad política desde hace años, sigue conmocionado por las inundaciones repentinas provocadas por la tormenta Daniel.
Varios balances, muy provisionales, reportan unos 3.800 fallecidos, además de miles de desaparecidos y desplazados en la ciudad costera de Derna, parcialmente destrozada por el agua y el barro.