Se conocieron los primeros resultados de la autopsia. El adolescente habría muerto el mismo jueves que desapareció en Laboulaye. El joven sindicado como autor del crimen fue trasladado al Complejo Esperanza
Joaquín Sperani, el joven de 14 años que era intensamente buscado desde el último jueves en Laboulaye, fue atacado por atrás y no tuvo tiempo de defenderse. Murió como consecuencia de un traumatismo de cráneo y sufrió un daño encefálico, luego de recibir al menos 18 golpes en la cabeza.
Así lo reflejan los resultados preliminares de la autopsia realizada sobre el cuerpo de adolescente, quien fue encontrado muerto en una casa abandonada, a 100 metros de su escuela, el pasado domingo.
Cabe recordar que su mejor amigo de la infancia, otro chico de 14 años, habría admitido ser el autor del crimen y -pese a ser inimputable- fue derivado al Complejo Esperanza de la ciudad de Córdoba. El juzgado precisó que, en la situación de adolescente no punible, ya está interviniendo la Secretaría de Niñez Adolescencia y Familia (Senaf). Se aguardan ahora los estudios psicosociales y ambientales.
Los dos chicos estudiaban en el Instituto Provincial de Enseñanza Media (IPEM) 278 Malvinas Argentinas. Cursaban el tercer año.
En la investigación se secuestraron elementos con los que habría sido atacado Joaquín: una barra de hierro cromado y un trozo de hormigón, ambos con sangre, hallados junto al cuerpo de Joaquín, que había sido tapado de escombros.
El jueves pasado fue la última vez que Joaquín fue visto con vida. La bicicleta quedó en la escuela, pero él no entró a clase. Una filmación de una cámara de seguridad captó a la víctima y al sospechoso del crimen caminando juntos. La denuncia por la desaparición del adolescente fue hecha por su madre la noche del jueves. Se presume que Joaquín falleció el mismo día que desapareció,
La investigación está a cargo del juez del fuero penal juvenil Sebastián Moro. Aún no se conoce el móvil del crimen.
Inexplicable
Martín Sperani, padre de Joaquín, aseguró que no puede comprender lo que pasó ya que el joven sindicado como presunto homicida era el mejor amigo de su hijo y toda la familia tenía un vínculo muy cercano con él.
“Él estaba declarando cuando me dieron la noticia, nos dividía una pared. Él declaró que él había matado a mi hijo, fue ese momento muy duro y desgarrante. Se hicieron amigos en tercer grado de primaria, nunca hubo un episodio de violencia, no lo imaginaba yo”, finalizó.