Para los inmobiliarios, 2010 fue un año “bisagra”, que sirvió para apuntalar la recuperación del mercado tras la debacle internacional de 2008. En ese contexto –y con una mejor coyuntura económica en países emergentes-, las perspectivas para 2011 son optimistas. “Lo que la depresión europea esta causando en la economía es una gran ventaja para nosotros, porque los inversores miran a Argentina con buenos ojos”, explica Graciela Lazarte, de Officenter.
“2011 viene muy bien -primero, por el envión que va a generar 2010 y segundo porque con el dólar planchado los inmuebles seguirán siendo una opción para resguardar y ganar dinero. Además, en año eleccionario habrá mas gente decidiendo su compra inmobiliaria a corto plazo y, cuarto, porque las financiaciones propias a largo plazo se consolidarán”, señaló Sergio Villella, de la inmobiliaria homónima. En similares términos, Martín Dahan, de Meade, apuntó que “quien quiera proteger su dinero en 2011 no tendrá mejor alternativa que los inmuebles”.
El año que se va. 2010, dicen los players del sector inmobiliarios, fue de menos a más. Para Marcelo Roggio, de Sergio Roggio Resorts, “fue un año raro”, pero que dio el puntapié inicial para un buen 2011. “Si se logra una mediana estabilidad política y económica que anime a la inversión, ya podremos proyectar más”, explicó el ejecutivo.
Para el despegue definitivo, todos coinciden, hace falta dinamizar el financiamiento de inmuebles para la clase media. “Si bien el acceso se está canalizando por medio de las empresas privadas, la verdad es que la gente común no puede acceder”, señaló Juan Carlos López, presidente de la Cámara de Corredores Inmobiliarios de Córdoba (Cacic). En este punto coincidió Luis Ferreira, de Punto Claro, quien opinó que “el gran problema del país”, es el financiamiento bancario.
Y Córdoba, según Carlos Lazcano Pizarro, miembro de la Cámara de Desarrollistas Urbanos de Córdoba (Ceduc), es pionera en esto: “La verdad, no encontré en otros lugares del país créditos a tan largos plazos”, señaló.