El gremio de los judiciales de Córdoba reclama al TSJ un cambio en el reglamento interno de los tribunales que permita igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. El objetivo es reducir el techo de cristal
En el marco del Día Internacional de la Mujer, la Asociación de Empleados del Poder Judicial de Córdoba (AGEPJ) convocó para hoy a un paro con movilización. La concentración se realizará en la esquina de avenida Colón y Vélez Sársfield a las 17 horas y tiene como principal reclamo la elaboración de un nuevo reglamento interno con perspectiva de género.
El planteo del gremio surge a raiz de una encuesta realizada a los trabajadores y trabajadoras de la justicia cordobesa a partir del cual pudieron detectar las dificultades que tienen las empleadas de tribunales para “hacer carrera” en el Poder Judicial y ostentar los cargos más altos en la Justicia.
Los datos que serán publicados por el gremio en los próximos días son reveladores: las mujeres son las que más utilizan la falta particular regulada en el artículo 34 del reglamento interno para cuidar de sus hijos o las que más hacen uso de la licencia por cuidado familiar. Esto conspira cuando se presentan a rendir un concurso ya que les resta puntaje en esta instancia.
Agostina Noccioli, secretaria Adjunta de AGEPJ, asegura que es hora de que el Poder Judicial de Córdoba aplique la perspectiva de género puertas adentro de los tribunales y alertó sobre las deficiencias que hoy subsisten para garantizar la igualdad de oportunidades.
-¿Por qué están pidiendo una modificación del reglamento interno?
– Lo que pedimos es una revisión del reglamento que tenga perspectiva de género, hay que adecuar varios puntos, empezando por lo macro, que es ampliar la licencia por paternidad porque sino parece que el hombre sólo tiene que tener ocho días para hacer trámites y el cuidado de un niño queda relegado a la mujer. Además también hay que considerar que hay tareas de cuidado que no están contempladas en una carpeta médica. Hoy las mujeres deben usar las faltas personales para cuidar a su hijo cuando falta la niñera o cuando hay un inconveniente en el jardín y, en la práctica el uso de ese derecho, tiene una repercusión negativa en la carrera de esa persona.
– ¿Qué análisis hace respecto de cómo se integra la planta de personal en la Justicia?
-Todos los años, la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema publica un Mapa de Género para ver cómo está compuesta la estructura jerárquica en términos de mujeres y hombres. Ahí se ve claramente que hay un 70 por ciento hombres en los cargos más altos versus 30 por ciento de mujeres.
En la justicia provincial, sacando el TSJ, todos los cargos de la magistratura -vocales, magistrados y fiscales- siguen siendo mayoritariamente ocupados por hombres. Si bien es algo que se está revirtiendo lentamente, y cada vez más mujeres estamos accediendo a la mayoría de los cargos de decisión, hay que decir que cuesta mucho más. En un concurso, para compensar el puntaje que te restan porque sacaste días para el cuidado de tus hijos, tenés que sacarte un puntaje mayor en el examen, o hacer el doble de cursos, etcétera.
Estamos llegando y probablemente se vaya invirtiendo la pirámide pero, sin dudas, hay obstáculos en la carrera y como mujer tenés que hacer el doble de esfuerzo.
-Además de modificar el reglamento ¿qué cuestiones cree que deberían tenerse en cuenta para evitar estos obstáculos en la carrera?
-Faltan regular muchas cuestiones, los privados- por ejemplo- tienen la obligación de contar con guarderías y nosotros en la parte estatal cero. Si vos sos una institución – por más que seas pública – y tenes más de 100 trabajadores, en este caso somos mucho más, tenes que tener garantizado de alguna manera un espacio de cuidado o un subsidio. Como Poder Judicial somos los que estamos juzgando a las empresas que no cumplen con esos reglamentos. Exigimos algo que dentro no se cumple y, eso me parece que debería ser una señal que debería dar el Poder Judicial .
–La violencia laboral también es otro de los aspectos que ha sido denunciado por las empleadas judiciales. ¿Cuál es el panorama en la actualidad?
-Nosotros insistimos en que el Poder Judicial necesitaba tener un protocolo de violencia laboral porque no puede ser que estemos sancionando a empresas o indemnizando a trabajadoras que son despedidas por discriminación o sufren acoso y adentro de tribunales cuando sucede eso, tenemos un regimen y un procedimiento no muy claro. Tenemos que ser los primeros en mostrar el cumplimiento de las normas, que por otra parte, son normas de jerarquía superior.
En 2019 se conoció una encuesta realizada a los trabajadores del Poder Judicial de Córdoba que efectuó la Universidad Nacional a pedido del TSJ y vimos qué tipos de hechos de hecho se denunciaban. Encontramos situaciones de distinta gravedad, acosos – que en un 99 por ciento sufrimos las mujeres- pero también discriminaciones. Volvés de la licencia por maternidad y quizás tenés más tarea, no tenés más escritorio, te dan un pase a otra oficina, varias situaciones de hostilidad que también constituyen violencia laboral.
-Juzgar con perspectiva de género es quizás una de las premisas que más se ha instalado en el Poder Judicial, puertas adentro de los tribunales no existe esa perspectiva de género?
-Si vos escuchas los discursos de referentes del Poder Judicial de Córdoba la perspectiva de género siempre está presente pero se aplica de la barandilla para afuera. Bienvenido sea que las justiciables reciban una justicia efectiva, rápida, que se pueda compensar el daño que hayan sufrido, pero eso también tiene que ser aplicado hacia adentro. Celebramos este cambio de mirada, se está trabajando mucho para juzgar con perspectiva de género, hay mucha capacitación y hay mucho discurso interno para fomentar eso pero, reitero, también hay que aplicarlo al reglamento interno, hay que aplicarlo en todo.