Según el primer observatorio emprendedor de Córdoba, la experiencia disminuye de 80% a 25% el riesgo de desaparición de los proyectos. Las 13 empresas que fueron incubadas ya están en el mercado y este año facturaron $21 millones.
Con el objetivo de conocer el verdadero desempeño de los emprendimientos incubados, la Fundación para la Incubación de Empresas de Córdoba (FIDE) realizó el primer Observatorio Emprendedor que tiene como objetivo relevar el estado en que se encuentran los emprendimientos que aún continúan con su actividad.
De acuerdo con los registros de la fundación, en once años se presentaron 903 planes de negocios, de los cuales 12 por ciento (108) fueron seleccionados para ser incubados es ese tiempo. “En un principio, la selección se hacía con base en si el proyecto era económicamente sustentable. Pero en los últimos años lo que buscamos es que las personas tengan un perfil emprendedor acompañado de una idea innovadora”, explicó a Comercio y Justicia Gabriel Petrone, gerente de FIDE.
Según datos del observatorio, continúan en marcha 45 emprendimientos, de los cuales 13 -es decir, 29 por ciento- se constituyeron en empresas posicionadas en sus respectivos mercados, lo cual marca una alta efectividad de FIDE con respecto a creación de empresas consolidadas.
Por su parte, los 32 emprendimientos restantes continúan con su negocio part time o como un segundo trabajo, la mayoría es monotributista y en algunos casos sus titulares se desempeñan como autónomos. En este grupo, se encuentran seis casos que están emprendiendo con un proyecto diferente del incubado.
Mejor en sociedad
En lo que respecta específicamente a los emprendedores, el promedio histórico de personas involucradas en un proyecto es de 1,95 (casi dos por proyecto), lo que marca una tendencia a la asociatividad para emprender. “Este dato habla de que para emprender se necesita conformar un equipo. Por eso en FIDE trabajamos mucho en los talleres en el manejo de las relaciones interpersonales, motivacionales y que la definición del plan de negocios sea consensuada. El trabajo en equipo es una variable extremadamente importante”, puntualizó Petrone.
Externo o interno
Desde 2007 a 2009, la incubadora de empresas implementó una nueva modalidad de incubación que es la externa. En números, del total de proyectos seleccionados, 80 por ciento estuvo en incubación interna (ocupando un espacio físico en las instalaciones de FIDE) y el 20 por ciento restante se vinculó con la modalidad de incubación externa. “Esta última opción no produjo los resultados esperados ya que ningún emprendimiento llegó a consolidarse como empresa exitosa en el mercado. Entonces, nos quedó en claro que por más que un proyecto reciba financiamiento, si no tiene un proceso de seguimiento o mentoring por parte de la incubadora, tiende a morir”, completó el representante de FIDE.
Por otra parte, 70 por ciento de los proyectos seleccionados para la modalidad de incubación interna superaron la etapa de preincubación, que abarca los tres primeros meses de desarrollo del emprendimiento y plan de negocios. El 30 por ciento restante no logró superar esta primera etapa de la vida del proyecto, indicó el observatorio.
¿Cuántas se salvan?
La tasa de mortandad de proyectos en etapa de incubación es de 25 por ciento, es decir, uno de cada cuatro proyectos abandonó la actividad el primer año. Por su parte, 75 por ciento continúa en marcha ya sea con un proyecto original o con otro emprendimiento distinto.
“Desde un análisis global, es posible inferir que existe una alta tasa de mortalidad de los proyectos en sus primeros 12 meses de vida, ya que 34 por ciento no continuó con el emprendimiento, sumando la mortalidad en las etapas de preincubación, incubación interna y externa”, manifestó.
Según datos del observatorio, algunos de los principales motivos de abandono de los emprendimientos son la falta de tiempo (22 por ciento), la falta de capital de trabajo o para reinversión (18 por ciento), la no existencia de oportunidad de negocio (14 por ciento) y la separación de socios.
En las palabras de Petrone, la falta de “espíritu emprendedor” es la principal causa de mortandad de los proyectos. “Una persona puede tener una gran idea, pero si solo quiere que lo compre el Estado o que le regalen dinero para llevarlo a cabo, muere enseguida por la falta de espíritu emprendedor”, completó.
Con respecto a la formación de los emprendedores, 76 por ciento son profesionales universitarios e incluso realizaron estudios de maestría y posgrado. Según el origen académico de los emprendedores encuestados, 50 por ciento cursó sus estudios en la Universidad Tecnológica Nacional, 40 por ciento en la Universidad Nacional de Córdoba y 10 por ciento en la Universidad Católica.
Radiografía
Consolidadas y exitosasDe los trece emprendedores FIDE que lograron consolidar sus empresas en el mercado, diez de ellos lo hicieron con la misma empresa incubada, dos lo hicieron con un emprendimiento diferente del incubado y uno de ellos vendió la empresa.
En total, estos emprendedores crearon, desarrollan y gestionan 17 empresas posicionadas en el mercado que generan 426 puestos de trabajo y facturaron en el último año más de 21 millones de pesos. De las trece empresas que lograron consolidarse en sus respectivos mercados, 61 por ciento facturó más de un millón de pesos en el último año y 23 por ciento facturó entre 500 mil y un millón de pesos. El 53,8 por ciento generó una sociedad constituyendo así un equipo emprendedor.
“Estos emprendedores lograron con sus empresas superar la barrera del tiempo, las barreras de los mercados, y con base en su esfuerzo y capacidad han superado la alta tasa de mortalidad de los emprendimientos logrando consolidarse como empresas”, comentó Petrone.
Con respecto al sector de actividad en el que se desarrollan, 53,8 por ciento son industriales y el 46,16 por ciento restante son empresas de servicios. El 92 por ciento comercializa sus productos/servicios en la ciudad y provincia de Córdoba, 77 por ciento en otras provincias y 39 por ciento exporta.
Para determinar los emprendedores y empresas FIDE que lograron posicionarse en el mercado, se tomó en cuenta facturación anual, generación de empleo, comercialización regular de productos y servicios y formalización de la empresa como SA o SRL.