Una investigación destacó el “importante rol económico y social que la tradicional tienda de barrio mantiene en los pueblos y ciudades”. El 64% de los negocios emprendidos en la región pertenece al área mercantil.
Los negocios relacionados con el comercio de bienes y servicios han ido proliferando en América Latina, sobre todo dentro del segmento de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) que actualmente generan 88 por ciento del total de empleos del sector comercial de la región, frente a 10 por ciento que es aportado por grandes compañías.
Así lo indica un estudio presentado recientemente por la Fundación para el Desarrollo Sostenible (Fundes) y la Universidad del Desarrollo, basado en el informe del Global Entrepreneurship Monitor (GEM).
De acuerdo con esa investigación, en América Latina 46 por ciento del total de empresas existentes en la región pertenece al sector comercio y aporta hasta 25 por ciento del empleo formal y 16 por ciento del PIB regional. Del total de empleos que genera ese sector, 62 por ciento se concentra en microempresas, 17 por ciento en pequeñas empresas, nueve por ciento en firmas medianas y 10 por ciento en grandes compañías.
Sobre el estudio
El estudio denominado “Análisis de la Actividad Emprendedora en Sectores de Comercio en América Latina: Una aproximación desde el Global Entrepreneurship Monitor” considera que las actividades ligadas con el comercio en la región son un canal estratégico para grandes productores y distribuidores de productos de consumo. Destaca el papel que esas empresas juegan en el abastecimiento de poblaciones rurales y urbanas.
Pese a que es un sector que se enfrenta a las amenazas de modelos de negocio más modernos y diversos, el informe revela “el importante rol económico y social que la tradicional tienda de barrio mantiene en los pueblos y ciudades”.
El estudio analiza 14 países de América Latina, entre ellos Argentina, y resalta el papel del comercio en la creación de nuevas empresas en la región.
Según Fundes, 64 por ciento de los negocios emprendidos pertenece al sector del comercio, lo que equipara el modelo al caso de Asia y lo aleja en 20 puntos porcentuales a casos de países más desarrollados como Estados Unidos, donde hay tendencia a emprender actividades de servicios de mayor valor agregado. Por otra parte, de las personas que deciden emprender un negocio, 18 por ciento pertenece a la población económicamente activa y quienes ya están establecidos (con más de 3,5 años) 10 por ciento. La edad promedio del emprendedor inicial es de 37 años y la del empresario ya establecido, 45 años.
Otras características
En otro orden, el informe explica que las mujeres aventajan a los hombres en la etapa inicial a la hora de emprender un negocio. Además, sostiene que en promedio las personas que emprenden un pequeño o mediano negocio en América Latina poseen una educación secundaria. En tanto, asegura que la percepción de innovación en los productos por parte de los clientes es baja. Más aún, según este análisis, las actividades de comercio en general presentan escasas barreras de entrada, debido a las pequeñas inversiones iniciales de capital, trabajo e infraestructura.
Por otra parte, el reporte señala que la mayoría de los emprendedores manifestaron, bajo los parámetros que mide el GEM, que se ven “empujados” a emprender un negocio como un medio de subsistencia, es decir negocios por necesidad y no por oportunidad. En este punto, según la investigación, en Argentina 51,7 por ciento emprende por oportunidad; 39,2 por ciento lo hace por necesidad y el resto por las dos razones.
Detalles
Por sobre la manufactura y los servicios– En América Latina hay 18 millones de empresas formales. Para 12 millones de firmas existen datos desagregados por sector económico. El informe indica que 5.587.299 de ellas pertenecen al sector comercio (46,5 por ciento). De ese total, 97,5 por ciento es micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) según la definición de cada país y 94 por ciento es microempresa.
– Desde 1990 el comercio mantiene estable su contribución al PIB regional, variando de un mínimo de 14,7 por ciento a un máximo del 15,7 por ciento. La contribución del comercio al PIB varía de un máximo del 20,3 por ciento en República Dominicana a 10,9 por ciento en Bolivia.
– Los emprendedores en sectores relacionados con el comercio representan la gran mayoría de las iniciativas de nuevos negocios y también abarcan una proporción grande de aquellas actividades emprendedoras ya establecidas (es decir negocios de más de 3,5 años). Prevalecen frente a negocios de manufactura y servicios profesionales.
– Existe una mayor predisposición a iniciar actividades comerciales por parte de personas que se ven “empujadas a emprender” como un medio de subsistencia.
– Para esos emprendedores “por necesidad”, que son más numerosos en países en vías de desarrollo, tener un negocio de comercio, incluso informal se convierte, a veces, en la única opción viable para generar sus ingresos propios.
– Probablemente muchas de esas iniciativas microempresariales presenten poca innovación y competitividad pero son una fuente importante de empleo y eventual movilidad social.