Datos privados confirman que, por lo menos hasta mediados de 2011, se mantendrá el repunte de la economía iniciado hace 18 meses.
Si bien nadie duda de que en 2011 la política “meterá la cola” en la economía y seguramente generará un pequeño grado de incertidumbre, en líneas generales todos los actores coinciden en que será un año de crecimiento económico, de expansión del nivel de actividad y de sostenimiento del consumo interno. Así lo prevé también el Índice Líder, el más importante de los indicadores que los especialistas relevan para conocer las perspectivas económicas del país. De acuerdo con los datos difundidos ayer, en octubre alcanzó su máximo histórico desde que comenzó su medición, en 1993.
Según el último informe divulgado ayer por la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), el Índice Líder creció 4,3% en octubre con relación al mes anterior y así acumuló en los últimos 12 meses una suba de 20%. Además, ésta es parte de un incremento general, pues el indicador mostró alzas en 18 de los últimos 20 meses. “El desempeño confirma la situación positiva en la que se encuentra la economía nacional y las buenas perspectivas para los próximos meses”, opinó el trabajo de la UTDT.
Esto significa que, pocos meses después de iniciada la crisis internacional de finales de 2008, la economía argentina comenzó a mostrar signos de recuperación que no se detuvieron hasta la actualidad y que encontraron su techo en octubre de este año.
“La probabilidad de ingresar en recesión continúa siendo baja, por lo que se espera que la economía siga creciendo en el corto y mediano plazo, por lo menos, hasta mediados del 2011”, indicó el informe de la UTDT.
En líneas generales, los empresarios ya se preparan para un 2011 que presentará muchas oportunidades de negocios, tanto en el país como en el exterior.
Interrogantes
– En este marco de crecimiento esperado de la economía para 2011, el gran interrogante sigue siendo la inflación, un problema sobre el cual el Gobierno nacional parece empezar a cambiar su perspectiva de intervención, mediante cambios en las mediciones del Indec -con la intervención del FMI- y por medio de un pacto con empresarios y trabajadores.
– El otro frente de dudas ya apunta a 2012 y está vinculado con la influencia que los comicios presidenciales de 2011 tendrán en la economía.