El titular del Consejo de Médicos, c, sostuvo que los profesionales hoy deben luchar contra la deshumanización. “Nuestro trabajo es personalizar la enfermedad”, subrayó.
“Nuestro trabajo es personalizar la enfermedad, en un mundo que, desde la irracionalidad de sus sistemas económicos, nos empuja a la despersonalización, a la indiferencia, a la deshumanización. Incluso a la marginación de amplios sectores sociales. Personalizar la enfermedad, tamaño desafío en tanto los sistemas de salud intentan despersonalizarnos, nos empujan a la atención en serie, nos obligan a una sobrecarga laboral para asegurar lo mínimo para una vida digna”.
La percepción es de Mario Fernández, el presidente del Consejo de Médicos de la Provincia y obliga a reflexionar en la jornada en que más de 8.500 galenos cordobeses celebran su día.
“Cada paciente es un universo personalísimo que tenemos la obligación de desentrañar. Y no somos dioses, ni magos, ni héroes. Somos hombres y mujeres, con las grandezas y las debilidades propias del ser humano. Este aspecto fundamental de la medicina es como si estuviese velado, tanto para la sociedad como para los sistemas de salud”, sigue describiendo Fernández.
Para el titular de la entidad deontológica, la propaganda en torno a la salud hace eje en los avances científicos y tecnológicos que dificulta comprender que la medicina les reclama una dedicación total. No menos de nueve años de estudios para recibirse de médicos y ejercer una especialidad, actualización permanente y hacer un lugar para el desarrollo de su vida personal y familiar.
“Esas cosas -detalló-, que deben alimentar al hombre que está debajo del profesional y cuya plenitud es fundamental para que la medicina no sea una mera técnica”.
En el mismo sentido, consideró que “en momentos en que la medicina no deja de asombrarnos con sus avances científicos y tecnológicos parece imponerse una idea sesgada sobre nuestra actividad. Evidentemente, somos seres humanos y médicos. Es, por cierto, una unidad indisoluble. Sin embargo, hay una tendencia generalizada a ver en nosotros sólo al profesional, olvidándose del hombre o la mujer que ejerce la profesión de médicos”.
Industria del juicio
En otro orden, el médico apuntó a otra de las grandes preocupaciones que hoy aquejan a la comunidad médica: los juicios de mala praxis. Según detalló, más de 8.500 matriculados se han protegido de juicios “que por lo general parten de denuncias infundadas que afectan profundamente al profesional”, subrayó.
Además, agregó que cuentan con un estudio jurídico laboral de primer nivel para que los matriculados puedan consultar y asesorarse, sin costo, ante la indefensión judicial.