El índice de Pobreza y el de Indigencia se conforma por una comparación del costo de la Canasta Básica Total (CBT), en el primer caso, y de la Alimentaria (CBA), en el segundo, frente a los ingresos percibidos por una persona o un grupo familiar.
La CBT que fija el umbral por debajo del cual se cae en la línea de la pobreza aumentó 36,9% en el primer semestre del año para alcanza a junio los $104.216, para una pareja con dos niños de 6 y 8 años.
En tanto la CBA, por debajo de la cual se cae en la indigencia, aumentó 41,1% en el primer semestre para llegar a $ 45,529 millones.
Por contrapartida, el Índice de Salarios subió 34,3% en el primer semestre, por debajo de la evolución de la CBT y la CBA, pero con diferencia al interior de los ingresos, ya que los trabajadores privados tuvieron un alza del 36 %; los empleados públicos, 35,2%, pero los no registrados, que son el 37% del total de los empleados, el 27,9%.
Si se hace la comparación con los últimos 12 meses, cuando el Índice de Pobreza era del 40.6 % y el de Indigencia de 10,7%, la CBT aumentó un 56,7% y la CBA el 63,7.
En ese caso, el Índice de Salarios subió 67,7%, pero con alzas del 68,3% en los salarios de los trabajadores privados, del 72,6% en los de los empleados públicos, pero solo del 58 % en los “no registrados.
Entre segundo trimestre de este año e igual período del año pasado el Índice de Desocupación bajó al 6,9% desde el 9,6% de con un crecimiento del 6,5% de la economía, y una inflación del 64% en 12 meses.