La letra serie XLV recibió ofertas por un monto de $2.265 millones. La comuna captó $1.500 millones y convalidó Badlar más 2,64%, el menor margen desde que asumió y por debajo de otros emisores que salieron esta semana. Mientras, analiza incursionar en el mercado de los bonos verdes, algo inédito en la historia.
Por Alfredo Flury
La Municipalidad de Córdoba tomó 1.500 millones de pesos en la licitación de ayer de la letra del Tesoro serie XLV a 300 días de plazo, por la que convalidó una tasa Badlar más 2,64 puntos porcentuales.
En la práctica, el interés de corte es hoy de 66,45%, casi 20 puntos porcentuales más que en la última letra emitida, a fines de marzo pasado.
Claro que las condiciones hoy son muy diferentes a las de entonces, cuando la tasa Badlar era de 42%. Ayer, ese interés de referencia se ubicó en 63,81%, por el contexto marcado por la inflación creciente.
Como fuere, la emisión pagó un margen de apenas 2,64%, contra los cuatro puntos porcentuales convalidados en marzo.
Sin embargo y para comparar con otras colocaciones de esta semana, la Provincia de Neuquén salió al mercado y pagó Badlar más 7%.
“Estamos muy satisfechos por la cantidad de ofertas recibidas y el bajo margen que tuvimos que pagar en el corte”, señaló a Comercio y Justicia una fuente del Ejecutivo municipal.
Entre los oferentes hubo bancos, aseguradoras y demás inversores. Los dos primeros pudieron participar luego de que la administración de Martín Llaryora lograra la autorización del Ministerio de Economía y del Banco Central para sumarlos al universo de potenciales tomadores.
Tal como anticipó el miércoles este medio, la recaudación de la nueva letra se utilizará para pagar el vencimiento de 1.029 millones de pesos ,más intereses, de la letra serie XLIII, que vence el próximo día 13.
No será mucho el remanente que quede para otros usos, básicamente para cubrir necesidades de caja.
Al mismo tiempo, la letra emitida es la de más largo plazo instrumentada durante la gestión Llaryora.
Respecto a las condiciones de la herramienta, vencerá el 10 de julio de 2023.
Pagará cuatro servicios de intereses, a los 90, 180, 270 días corridos y en la fecha de vencimiento.
La amortización operará al cierre, al igual que el resto de las herramientas similares.
La letra pagará tasa Badlar bancos privados más un margen que surgirá de la licitación.
Finalmente, como en anteriores emisiones, el organizador será el Banco de Córdoba y habrá múltiples colocadores.
Bono verde
Mientras tanto, la administración de Martín Llaryora sondea la posibilidad de salir al mercado con un instrumento inédito para el municipio: un bono verde.
Se trata de un título cuya recaudación deberá destinarse a financiar proyectos que contribuyan a mitigar los efectos del cambio climático, esto es, que sean carbono neutrales o dirigidos en esa línea.
El título, cuyas características aún no se definieron como tampoco los proyectos a financiar, debe superar distintas instancias, a diferencia de un instrumento tradicional.
Es que para que sea considerado un bono verde, tiene que obtener ciertas certificaciones de entidades habilitadas. Sin embargo, uno de los objetivos a encarar estaría vinculado con inversiones en el predio de enterramiento de Piedras Blancas, donde se sumarían proyectos para el aprovechamiento de los residuos que se depositan en ese lugar.
En cuanto a los oferentes o eventuales tomadores, son empresas que necesitan sumar a sus carteras inversiones en ese tipo de proyectos. Es que, cada vez más los gobiernos -ya sea el nacional, las provincias o los municipios- incluyen en los pliegos de licitación determinadas cláusulas relativas a la huella de carbono de las obras a adjudicarse, y que las empresas que se presenten tengan acreditado el aporte que realizan para mitigar los efectos de sus acciones en el marco de los objetivos para reducir y, llegado el caso, neutralizar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Por lo demás, deben definirse no sólo los proyectos a financiarse sino el monto involucrado, plazos y tasas de referencia.
Como fuere, la intención es avanzar en esa línea, tal como también pretende el Gobierno provincial, dato anticipado por Comercio y Justicia a comienzos de este año.
La estrategia va en el sentido que le ha imprimido la administración Llaryora a la gestión desde esa perspectiva. Son sobradas las acciones encaradas por la comuna tendientes a propender a un aporte contra los efectos del cambio climático, entre ellas el fuerte impulso a actividades relacionadas con la economía circular.
El mercado de los bonos verdes tiene múltiples variantes. En cualquier caso, es un ámbito cuya evolución es cada vez más amplia y en la que los gobiernos ponen más énfasis, con exigencias crecientes a las empresas que pretendan participar de las diferentes licitaciones que concreten en distintas áreas.