Un recorrido por las bodegas y fincas más destacadas de esa provincia permite conocer la historia y los secretos de la vitivinicultura, acompañado de gastronomía de alta gama, paisajes de ensueño y hoteles exclusivos con propuestas únicas
Mendoza es sinónimo de vino y se ha convertido en el destino de excelencia del enoturismo argentino. La provincia cuenta con más de 1.200 bodegas, de las cuales alrededor de 200 están abiertas al público y ofrecen degustaciones, visitas guiadas y experiencias en torno a la vid y esta producción que atrae tanto por la pasión de sus protagonistas como por las historias y secretos que tiene para compartir.
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