En el fallo se entendió que el juzgador de la instancia previa restó valor a los dichos de los testigos ni dio adecuada fundamentación, y expuso criterios médicos propios sin pedirle al propio experto que aclarara sus inquietudes
La Sala Laboral del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), en atención a los elementos acreditados en la causa, condenó a Omint ART SA al pago de una indemnización por incapacidad, al advertir de que el a quo se apartó arbitrariamente de las pruebas de la causa al no darles el valor correspondiente a las testimoniales rendidas, que descartó porque los testigos tenían un juicio en contra de la misma demandada; asimismo, porque no realizó un verdadero control de idoneidad de lo que expusieron, sumado a que introdujo críticas al peritaje sin tener el conocimiento médico necesario y sin llamar al experto para que aclarara sus dudas.
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