La autopartista Volkswagen (VW) comenzó el año con los mismos problemas que acusaba en 2021 y suspenderá a la mitad de los más de mil empleados por caída en la demanda de su producción. Esa situación en principio se extenderá a marzo e incluso a abril.
El horizonte para la planta de Camino a San Carlos es sombrío pese a haber anunciado apenas seis meses atrás una inversión para producir la nueva caja MQ200 Evo que, según se indicó entonces, “aportará sustentabilidad para los próximos tres años, ya que en ese plazo fabricará 400 mil unidades de esta versión destinada a los vehículos Seat Ibiza, que se hacen en Europa, y Polo y T-Cross, que se producen en Sudáfrica”, señalaron entonces las autoridades de la firma alemana, en un acto que contó con la presencia de los máximos referentes de ella.
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