martes 5, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Una pyme cordobesa, premiada internacionalmente por crear lentes inteligentes

LENTES. Desarrollados con inteligencia artificial, permiten accesibilidad en entornos urbanos.
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Caecus Lab es una empresa que desarrolla tecnología inclusiva que brinda asistencia remota. El domingo fue galardonada en los Premios Latinoamérica Verde

Caecus Lab es una empresa que desarrolla lentes inteligentes para brindar asistencia remota a personas con discapacidad visual 

En los Premios Latinoamérica Verde fue galardonada el domingo con un premio en la categoría Desarrollo Humano en la subcategoría Educación por la creación de estos dispositivos que promueven la cultura de la accesibilidad en las ciudades. Esta empresa está conformada por un multidisciplinario equipo integrado por diseñadores, ingenieros, personas de negocios, testers con discapacidad visual, psicólogos y profesionales de orientación y movilidad. Desarrollan testing de accesibilidad en productos tecnológicos y están liderados por Lucas Sala y María Emilse Saavedra. 

También ganaron el Premio Direct TV Protagonistas, que consiste en la producción de un documental sobre Caecus Lab que será emitido por todos los canales de esa empresa. Accederán además a mentorías de AT&T, una empresa de Estados Unidos especializada en este tipo de tecnologías inclusivas. 

“Recibir este reconocimiento nos motiva como equipo porque sabemos que le dará más visibilidad a nuestro emprendimiento en toda Latinoamérica, sumado al networking con empresas relevantes vinculadas a este rubro”, dice Sala, CEO de Caecus Lab.

La necesidad de crear los anteojos inteligentes surgió porque uno de los integrantes de su familia tiene una discapacidad visual. Como parte de su trabajo de tesis final en Ingeniería en Sistemas en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN, Regional Córdoba), Sala intentó a través de este proyecto resolver una necesidad particular que tenía un primo suyo que padece problemas visuales. 

La problemática que abordaron fue identificar primero que la arquitectura de la ciudad de Córdoba no es accesible. “No estamos preparados para ser inclusivos, lo que dificulta que las personas con discapacidad visual puedan dirigirse de un lugar a otro en la ciudad. Los recurrentes tropiezos o golpes por ramas, carteles, toldos dentro de la vía pública, sumado a la falta de orientación, guía y tecnología que pudiera ser una asistencia hasta llegar a un punto de destino, fueron los disparadores de mi trabajo de tesis”, cuenta Sala

Vulnerabilidad en espacios públicos

Habitar ciudades no adaptadas a personas con discapacidad visual genera su falta de inserción social y una marcada desmotivación y vulnerabilidad, limitando la autonomía de las personas con problemas visuales en 50%. “En otros casos hasta les impide salir de sus casas por temor a que les suceda algo”, advierte Sala. 

La falta de desarrollo académico y de tecnologías accesibles que les permita lograr mayor autonomía o encontrar otras alternativas para desarrollar actividades cotidianas, despertó esta innovadora iniciativa de crear anteojos inteligentes.

Los anteojos inteligentes Anny tienen varias funcionalidades importantes para mejorar la experiencia de las personas con discapacidad visual en entornos urbanos. Una de ellas se refiere a la lectura de imágenes, es decir, interpreta las imágenes y describe en forma audible y mediante inteligencia artificial, textos y objetos de una imagen. “Por otra parte, también detecta objetos de los hombros hacia arriba, cubriendo así la cara y los hombros de posibles golpes por objetos en la vía pública que pueden ocasionar lesiones graves en esta zona”, grafica Sala. 

Como si fueran tus ojos 

Otra de las funcionalidades de los lentes inteligentes es que tienen un sistema de asistencia remota que conecta en forma inmediata con algún familiar o pariente de la persona con discapacidad para resolver en conjunto situaciones cotidianas. “Por ejemplo si una persona ciega quiere comprar el pan y no sabe identificar el valor del billete y desea ser asistido por un familiar, a través de comandos audibles de ayuda, le puede enviar un mensaje al familiar, entonces éste accede a la cámara de sus ojos y así puede resolver alguna situación compleja”, describe Salas. 

Anny dispone de la herramienta de geolocalización, guiando a la persona a través de GPS a través de descripciones audibles, desde un origen y hacia un destino. Con ubicación de dirección y altura desde donde se está transitando permite generar lugares habituales visitados, para que a través del comando de voz, se pueda acceder a la guía de un lugar al que habitualmente se dirige.

Tiene la posibilidad de además de identificar a través de un Código QR y de barras los objetos. “De esta manera la persona puede tener mayor autonomía a la hora de comprar en un supermercado, accediendo a la descripción de los productos”, añade Sala. Esta tecnología también permite comunicarse a personas allegadas, independientemente de la comunicación a través de aparatos de telefonía celular. 

Otra característica de Anny es que es muy colaborativa ya que permite a la comunidad relevar lugares accesibles, identificando rampas, entornos de peligro en la vía pública y lugares de interés turístico. La idea es crear un mapa con información útil para trasladarse en lugares públicos.

Los lentes inteligentes están destinados a personas con discapacidad visual severa o ceguera total entre 13 y 60 años, que están familiarizados con el uso de la tecnología, o tienen un conocimiento en el uso de bastón, a través del proceso de rehabilitación en alguna fundación. “El beneficio que puede tener una persona en el uso de este dispositivo es que transforma su autonomía y motiva su día un 100% y genera autonomía en el entorno familiar”, destaca Caecus Lab.

¿Cómo funciona? 

El dispositivo está compuesto por un anteojo inteligente que se conecta por Bluetooth a través de aplicaciones móviles que describen todas las funcionalidades. Además tiene un cable USB y un power band que le da alimentación al anteojo que tiene que estar conectado. Su autonomía de funcionamiento es de unas ocho horas de uso. La forma de acceder a esta tecnología es a través de ecommerce en la web de esta Pyme y el costo parte de $40 mil (versión 1) a $80 mil (versión 2)

Donaciones en pandemia Para contagiar esta cultura de accesibilidad dentro del contexto de pandemia, la empresa realizó una campaña de donación de tecnologías para personas en situación de confinamiento que no podían acceder a la compra de dispositivos como celulares, notebook o computadoras. También hizo donaciones a instituciones educativas para personas que necesitaban algún tipo de tecnología para comunicarse con los docentes durante la pandemia. “Promovemos una cultura colaborativa y ya asistimos a más de 3000 familias donando más de 3500 dispositivos en la comunidad de diferentes provincias de Argentina”, añade Salas.

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