El Foro Económico Mundial dio cuenta de las debilidades que llevan a Argentina a estar en el último cuarto de la tabla: inestabilidad política, corrupción e inflación son algunos de los factores de peso.
Argentina subió en un año tres lugares, hasta ocupar el puesto 85 en el ranking global de competitividad que elabora todos los años el Foro Económico Mundial y que difundió ayer, al inicio del encuentro de los Líderes Globales 2009 que se está desarrollando en Dalian, ciudad puerto de China, hasta el sábado próximo. Cabe destacar que el informe abarca el análisis de 133 economías del mundo.
Suiza encabeza la clasificación general, seguida por Estados Unidos que cayó un lugar (a la segunda posición), debido a un “aumento de los desequilibrios macroeconómicos en el país, a un debilitamiento de las instituciones públicas y privadas y preocupaciones por el estado de sus mercados financieros”, según explicó el Foro Económico Mundial.
Singapur, Suecia y Dinamarca completan las cinco primeras posiciones.
Respecto de la performance nacional, el informe destacó que el resultado sigue siendo decepcionante dado que el país posee “muchas fortalezas competitivas y un fuerte crecimiento del PIB” entre la gran crisis económica de 2001 y el récord de 2008.
El informe analiza una docena de indicadores de competitividad, entre ellos la fortaleza de las instituciones, la infraestructura, la salud y la educación, junto con el ambiente macroeconómico y el tamaño del mercado en cada país.
En éste último rubro, Argentina obtuvo su mejor marca, ya que quedó ubicada en el puesto 23 del ranking.
Al mismo tiempo, el informe destacó el desempeño nacional en cuanto a la formación de la fuerza de trabajo, que lo ubicó 55º en el listado, y en lo referido a la salud y la educación primaria, que lo posicionó en el 59º lugar.
Sin embargo, a la hora de explayarse en los factores más problemáticos, el informe hizo referencia a datos conocidos por los argentinos, pero que impactan gravemente en la economía.
“Defectos graves siguen afectando el panorama de la competitividad del país, lo que representa vulnerabilidades duraderas en la actual situación económica y en el futuro”, se indicó.
En particular, el informe critica las políticas fiscal y monetaria expansivas de los últimos años, que habrían provocado que la economía se recaliente, resultando “en altos niveles de inflación” (8,59% en 2008).
Asimismo, “la deuda pública sigue siendo alta (48,5% del PIB en 2008), a pesar de los procesos de reestructuración de la deuda” lo que, junto con la reducción de los ingresos fiscales y la disminución del precio de los commodities durante 2009, conforman “características particularmente preocupantes en vista de la actual recesión económica mundial”, se detalló.
Por otra parte, el “triste” puesto 126 en el ranking respecto de la calidad de la instituciones argentinas se pone de relieve en “la profunda desconfianza de la comunidad empresarial, y el pesimismo sobre la eficiencia y la transparencia del Gobierno, el bajo nivel de respeto al imperio de la ley”, entre otros items.
Además, el Foro sancionó el uso de políticas discrecionales: “Las dos últimas administraciones adoptaron políticas discrecionales (incluyendo un reciente intento de aumentar los impuestos a las exportaciones agrícolas, así como la nacionalización del sistema privado de pensiones), lo que ha erosionado la confianza de los inversionistas nacionales e internacionales, creando así mayores incentivos para las salidas de capital”.
En la evaluación sobre los factores potenciadores de la eficiencia del país, el Foro destacó que los mercados siguen siendo incapaces de asignar recursos para su uso más competitivo debido a numerosas “rigideces y preocupantes problemas”. Ello llevó a que, en 2009-2010, Argentina se ubicara en el puesto 124 respecto de la eficiencia en su mercado de bienes; 123ª en cuanto a la eficacia de su mercado laboral y 116ª en lo que tiene que ver con la sofisticación de sus mercados financieros.
Al realizar un análisis de futuro, el informe del Foro indicó que la institucionalización de políticas fiscales sanas, un mayor respeto por el imperio de la ley, la liberalización de los mercados de factores y una reducción de la burocracia serán factores “cruciales” para “restaurar la confianza de los inversores en la imparcialidad del gobierno y en el clima de negocios del país”.
Los diez mejores
1. Suiza
2. Estados Unidos
3. Singapur
4. Suecia
5. Dinamarca
6. Finlandia
7. Alemania
8. Japón
9. Canadá
10. Países BajosEn Latinoamérica…
30. Chile
42. Puerto Rico
55. Costa Rica
56. Brasil
60. México
65. Uruguay
69. Colombia
78. Perú
80. Guatemala
85. Argentina