ESCUCHARLa Mesa de la Producción, que nuclea a los principales sectores empresarios de la provincia, instó al senador por Córdoba, Carlos Caserio, a que se oponga al proyecto de Aporte Solidario Extraordinario a las grandes fortunas, más conocido como impuesto a la riqueza.
A través de una carta firmada por los referentes empresarios, cuestionaron la iniciativa y alertaron sobre el que tendrá en la producción ese tributo.
En esa línea, le solicitaron a Caserio -en rigor a toda la clase política- que también realice un esfuerzo similar al que se le pide al sector privado.
“Es demasiado común aseverar que las empresas sólo se ocupan de atender sus propios intereses económicos. Lo cierto es que el sector privado es el que mejor se desempeña en la creación de valor, empleo e ingresos genuinos para financiar gran parte de la actividad del Estado”, comienza la misiva.
“Lo que pocas veces se reconoce en su justa magnitud es que la actividad privada es el verdadero motor para el crecimiento y su consecuente impacto en el bienestar socia. Por esa razón, desde nuestras entidades empresarias velamos por que se respeten las instituciones y el orden jurídico, condición indispensable para generar confianza, crecimiento, inversiones y desarrollo económico y social”, prosigue.
.”En esta oportunidad, le hacemos un fuerte llamado como representante de nuestra provincia en el Honorable Senado de la Nación. Le solicitamos enfáticamente que se oponga al proyecto de ley denominado ‘Aporte solidario y extraordinario para ayudar a morigerar los efectos de la pandemia’ y que actúe en resguardo de los intereses de los cordobeses”, apunta en la parte medular la carta.
Acto seguido, el texto detalla las “razones” del pedido.
En esa línea, los empresarios consideran que, de sancionarse la norma, será “indiscutiblemente inconstitucional. Entre los innumerables argumentos ya expuestos por los especialistas, señalamos su confiscatoriedad, discutida retroactividad y trato desigual infundado”
Paralelamente, “en términos económicos, generará exactamente el efecto contrario de lo que dice promover. Afectará a las empresas de todos los sectores -no sólo a los ‘ricos’ ni a las ‘grandes’ como se pretende hacer creer- gravando bienes afectados a la producción.
En lugar de tratarse de un ‘impuesto a la riqueza’ -como se ha dado a llamar- sería en verdad un nuevo ‘impuesto a la producción’”, para continuar luego señalando que lo único que logrará la normativa es “incrementar la ya excesiva carga tributaria, desincentivar la producción, la inversión y la confianza en Argentina”.
Por último, “para Córdoba representaría una injusta transferencia de recursos desde nuestro aparato productivo local hacia el ámbito federal, lo que hace totalmente incierto que los cordobeses pudieran obtener algún beneficio de un tributo de esta naturaleza”.
La misiva concluye en un pedido a la clase política. “Necesitamos que nuestros representantes realicen iguales esfuerzos a los que se nos exigen hoy a los ciudadanos y a las empresas y trabajen para restablecer la certidumbre y previsibilidad que el país necesita para iniciar su camino de recuperación, teniendo cabal comprensión de que sin sector privado no hay salida de la crisis”, finaliza.
