En el marco del proceso de bancarrota solicitado por el grupo, según el diario New York Times, más de 80 mil ex scouts hablaron sobre las vejaciones que sufrieron poco antes de que se cumpla en plazo fijado por un juez del estado de Delaware para fijar indemnizaciones.
Según los abogados de las presuntas víctimas, el número de casos “eclipsa con creces” al que se le atribuye a la Iglesia católica.
Los representantes de la entidad, que tiene más de mil millones en activos, manifestaron estar “devastados” por la cantidad de vidas afectadas por aquellos delitos.
“La respuesta que hemos visto de los supervivientes ha sido impactante, lo sentimos profundamente”, aseguraron.
La mayoría de los hechos se remonta a las últimas décadas, pero algunos estados, como Nueva York, aprobaron leyes para ampliar la ventana de tiempo para denunciar y darle a las víctimas mayores la posibilidad de procesar a los perpetradores en los tribunales.
La historia de los Boy Scouts de Estados Unidos revela escándalos sexuales desde sus primeras décadas: en 1935 informó tener documentos sobre cientos de “degenerados” que habían servido como líderes.
Fundada en 1910, la asociación creció bajo una rara ley parlamentaria de 1916 que definía entre los valores de los Scouts el patriotismo, el coraje y virtudes similares, objetivos que dieron forma a los ideales cívicos de generaciones de estadounidenses.
Desde una edad temprana, los Scouts aprenden la obediencia y la lealtad, haciendo un juramento de permanecer “moralmente correctos”.
En sus más de 100 años de historia, alistó a unos 130 millones de estadounidenses y ahora cuenta con 2,2 millones de miembros, un número en progresiva disminución de manera constante desde su pico de cinco millones en la década de 1970.