La fiscal que investiga el crimen de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado a golpes a la salida de un boliche de Villa Gesell, provincia de Buenos Aires, en enero, ya comenzó a redactar el requerimiento de elevación a juicio de la causa que tiene a 10 rugbiers como imputados.
Al cumplirse ocho meses del hecho, ocho de los 10 encausados permanecen detenidos en la Alcaidía de Melchor Romero.
Verónica Zambon, agente de Villa Gesell, trabaja en la requisitoria para todos, a quienes acusa de homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas.
Ya que todos los planteos de nulidad y apelación presentados en el expediente a lo largo de la instrucción del caso naufragaron, se especula que la defensa pedirá que un jurado popular evalúe las pruebas y la participación de cada uno de sus asistidos en el hecho.
Se especula que a raíz de los reveses que recibieron todos los planteos de nulidad y apelación presentados en el expediente a lo largo de la instrucción del caso, la defensa cree que la mejor estrategia con vistas al juicio será que un jurado popular evalúe las pruebas y la participación de cada uno de sus asistidos en el hecho. Por su parte, el querellante Fabián Améndola, quien junto a Fernando Burlando representa a los padres del joven asesinado, entendió que la situación está tan clara que es “indistinto que lo juzgue un tribunal de jueces o un jurado popular”.
“Se ha podido recolectar muchísima prueba y hay mucha prueba vinculada a imágenes, nos parece que no habría mucha duda en relación al accionar de cada uno de los imputados”, expresó también.