El Gobierno nacional analiza un plan de “moratoria integral” que permita tanto a pequeñas y grandes empresas volver a producir y resguardar el empleo en la “pospandemia”. Para ello, analiza la implementación de herramientas para atender sectores críticos y heterogéneos afectados, tales como el turismo, el entretenimiento y las industria culturales.
Fuentes oficiales informaron que ése fue parte del temario que se analizó en la reunión de gabinete económico que encabezó ayer el presidente Alberto Fernández en la residencia de Olivos, en la que se hizo un seguimiento de las medidas tomadas para mitigar los efectos de la pandemia.
En la primera jornada de incremento de las restricciones del aislamiento social en el área metropolitana, el Presidente recibió al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y los ministros de Economía, Martín Guzmán; de Trabajo, Claudio Moroni; y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
También asistieron la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, y los titulares del Banco Central, Miguel Pesce, y de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Mercedes Marcó del Pont.
Los voceros del encuentro explicaron tras la reunión que se analizó con el plan de moratoria integral de la AFIP.
El proyecto que el Poder Ejecutivo enviará al Congreso para su tratamiento se debatió por las consecuencias de la pandemia en la actividad económica. “Esta herramienta es fundamental para que las empresas y los comerciantes puedan continuar su producción”, resaltaron las fuentes.
El trabajo del gabinete económico en una moratoria general se enmarca en el anuncio que hizo Fernández a mediados de junio, cuando anticipó que el Gobierno evaluaría lanzar una moratoria impositiva “para todo el mundo”, una vez que finalizara la cuarentena para enfrentar el avance del coronavirus.
En la reunión de ayer se abordaron particularmente los datos de varios sectores críticos que ven muy afectado su nivel de actividad por la vigencia del aislamiento social, tales como el sector turístico, el de entretenimiento y una amplia variedad de industrias culturales.
Al respecto, las fuentes oficiales aseguraron: “Se comenzaron a definir herramientas flexibles que permitan atender las heterogeneidades que se presentan según el sector, el tamaño de la empresa, como la actividad específica asistencia que no puede concretarse aún a través de los programas vigentes”.
El gabinete económico también evaluó con el mandatario la inscripción para la tercera etapa del programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), y para lo cual ya se registraron unas 240 mil empresas. Ese universo representa un total de 2,3 millones de trabajadores, aunque las solicitudes están sujetas a la aprobación de los criterios sectoriales y de facturación.
El Gobierno ya había comunicado que las pymes o grandes firmas que pretenden obtener el beneficio del salario complementario tienen tiempo para inscribirse en la AFIP hasta mañana, pero anticipó que se restringirá la ayuda para sueldos “altos “y en las zonas que transiten una “nueva normalidad” para concentrar el esfuerzo en las zonas con actividades más restringidas.
También se trabajó en la reunión la prórroga por 60 días del programa Precios Máximos, el que se oficializó ayer mediante su publicación en el Boletín Oficial. Según se afirmó, el programa refleja “acomodamientos lógicos” en los costos de materias primas de los distintos procesos de producción.
Según se informó, los miembros del Gabinete también evaluaron el rediseño de las herramientas de sostén económico y social en la agenda poscuarentena. Al respecto, se estudió distintas líneas de crédito para que las empresas puedan tener acceso a capital de trabajo y retomar los niveles de producción a medida que la demanda se vaya recuperando.