Dos economistas imaginan cómo será la salida de la cuarentena decretada por el Gobierno nacional y anticipan cómo se reconfigurarán algunos sectores. ¿Cuál será el estado de salud de la economía argentina?
Cecilia Pozzobon [email protected]
“Nueve de cada 10 seremos más pobres y tendremos que empezar de nuevo”
“La salida de la cuarentena va a ser muy gradual, porque si todo va bien, va a haber que mantenerlo así. Y si se dispara el número de contagios, con más razón vamos a tener que mantener el aislamiento”, comenzó la economista Mary Acosta, integrante del Consejo Profesional de Ciencias Económicas (CPCE) de Córdoba al dialogar con Comercio y Justicia. “Indudablemente la salida del aislamiento va a ser muy gradual y larga”, anticipó.
-¿En qué situación va a quedar la economía?
-Para analizar el impacto hay que tener en cuenta que la situación inicial, es decir, la anterior a la llegada de la pandemia, ya era muy delicada. Ni el sector privado ni el público tenían espaldas. Entre los privados, la industria estaba muy golpeada y el comercio acumulaba bajas, como también el sector financiero. Salvo parte del rubro servicios, el resto estaba mal. En el sector público, la situación era similar debido a la deuda.
A principios de año decíamos que el gran desafío iba a ser el pago de la deuda. Eso ya pasó a segundo plano, pero el Estado no tiene resto ni posibilidades de generar nuevos ingresos fiscales. Tampoco de generar divisas debido a que todos los países están cerrando sus fronteras y el comercio internacional está cayendo. Salvo lo elemental, no se van a hacer grandes ventas. Hoy todo pasa por alimentos e insumos y aparatología médica. Entonces la única salida que tiene el Gobierno para atender la emergencia es la emisión monetaria. Creo que se van a poner a prueba muchas teorías económicas, porque hay que esperar qué resulta de esta emisión enorme. Los mercados financieros están pulverizados y, salvo de organismos internacionales, es difícil que recibamos aportes externos. Hay que observar, cuando se salga o se comience a funcionar con cierto atisbo de normalidad, qué relación va a haber entre la emisión y las reservas que finalmente queden en el Banco Central. Ahí se podrá establecer cómo es realmente la situación.
-¿Cómo imagina que la economía puede volver a funcionar?
-Creo que van a cambiar algunos paradigmas sobre las actividades productivas. Por ejemplo, la industria textil, que estaba mal y no creo que mejore porque en esta situación es muy difícil pensar que vaya a aumentar el consumo de esos bienes. Habrá cambios porque muchos productos o servicios van a quedar relegados.
Creo también que 90% de las personas y de las empresas vamos a ser más pobres. La pérdida de la riqueza va a ser sustancial, no va a ser igualitaria la pérdida sino que va a haber unos pocos ganadores, que probablemente estén relacionados con los sectores de medicina, vacunas, remedios o tecnología en esos rubros. Creo que son pocos los que van a ganar, pero van a concentrar más riquezas. Mientras tanto, el resto tendremos que empezar desde abajo de nuevo. Argentina y los argentinos tenemos resiliencia y tenemos una vasta experiencia en esto de las crisis, aunque habrá que pensar que si la economía mundial no se recupera rápido, tampoco vamos a tener ayuda.
“Es casi imposible que salgamos bien parados”
“Se van a ir habilitando actividades de manera gradual y al mismo tiempo cada una de ellas lo hará con sus propias restricciones”, comentó Gastón Utrera, economista y director de la consultora Economic Trends al ser consultado por Comercio y Justicia.
“Los gobiernos irán evaluando también la actividad del encadenamiento de cada sector, es decir, se habilitará la minería de áridos y el sector se va a preguntar a quién le va a vender si la construcción está parada. Está habilitada la industria alimentaria, pero ese sector necesita del packaging, con lo cual debe estar activada la industria gráfica para que se puedan imprimir etiquetas. Y si se activa la industria gráfica también se debe avanzar con la de aquellas que le proveen insumos. El Gobierno se enfrenta ahora al dilema de ver cómo están interrelacionados los sectores y cuánta gente moviliza”, agregó.
-¿En qué situación van a quedar las empresas?
-Va a haber empresas que se van a perder, otras van a seguir con tantas restricciones que al tiempo desaparecerán también. Imagino un restaurante que deba funcionar con la mitad de mesas para que se respete el espacio entre una y otra…, habrá que hacer “los números” pero es muy probable que no le cierren. Lo mismo va a pasar con el transporte de larga distancia, o los aviones, que deberán transportar menos gente y por ende el servicio se va a encarecer. Todo eso va a pasar en la transición. Se van a perder empresas y empleos. También hay que pensar qué otras cosas que están ocurriendo ahora llegaron para quedarse. Va a haber menos reuniones empresariales porque todos nos estamos acostumbrando a las videoconferencias y nos estamos dando cuenta cuán más eficientes somos. Va a haber más comercio electrónico, más teletrabajo, más delivery, más logística, más atención telefónica (centros de contactos). También va a haber un cambio en el rol del Estado en todo el mundo. Posiblemente el Estado sea más grande y esté más presente regulando distintos sectores. Por ejemplo el de la salud.
-¿Y cómo quedará la salud de la economía argentina?
-Extremadamente frágil porque nuevamente vamos a salir de esta crisis con un déficit fiscal altísimo, con un nivel de emisión monetaria muy alto, que hoy se resiste porque la necesidad de dinero, de efectivo, es mayor. Pero cuando esto vuelva a la normalidad va a haber tal excedente de dinero que el Central tendrá que ver cómo lo absorbe. El déficit va a ser muy alto y el Estado tendrá que analizar cómo vuelve “marcha atrás”. La actividad económica y la capacidad productiva van a estar complicadas porque van a haber desaparecido empresas, capacidad empresarial y empleos. Es difícil pensar que la economía no quedará muy mal y frágil. Lo máximo a lo que podemos aspirar es a manejar lo mejor posible esta crisis, porque salir bien parados es casi imposible. Va a haber diferencias entre sectores, pero el grueso va a quedar afectado y sólo algunos pocos van a estar en un contexto que los favorezca.