Por Pablo Sánchez Latorre (*)
Frente a la tempestad psicótica y la dimensión real del fenómeno pandémico, existe cierta inercia mediática y política, que se va inclinando hacia un agravamiento de las medidas tendientes a garantir el control de la curva del Covid-19.
Esto significa, penosamente, que no hemos comprendido el grado de trascendencia que implica cumplir con el confinamiento preventivo y “obligatorio”. En consecuencia, no habrá más remedio, aunque nos cueste aceptarlo, que restringir garantías constitucionales en pos de la protección de la vida y la salud pública.
Así las cosas, emerge un patrón conductual colectivo, que en este momento, se acerca más al desquicio general, que a la sensatez que amerita el cuadro situacional.
El asombro y el estupor que ha provocado el constante avance del Covid-19 demuestra que un gran número de personas no estábamos ni estamos “educados” para afrontar las condiciones de esta desigual lucha, que por imposición se ha instalado como el peor desafío que jamás imaginamos.
Pensar que la sociedad que conocimos deberá, decididamente y en el estrépito, transformar sus estructuras para optimizar la educación, justicia y gobierno.
Debemos asumir con calma y austeridad los efectos que traerá consigo el nuevo paradigma cultural, social y económico.
Para bien, se destacará un giro cardinal en la prelación axiológica de la humanidad. Será, tal vez, el tiempo de transitar desde la cosmovisión antropocéntrica a una definitivamente biocéntrica o ecocéntrica.
En este diferente orden global, será impostergable la tutela material y verdadera de la vida y el ambiente sano. El relato discursivo y los irritantes privilegios, sucumbirán y caerán en un pronto olvido.
Entre los muros y el susurro de la ventisca del otoño, nos espera un mundo mejor.
(*) Docente de las facultades de Derecho de UCC y UNC.
GRACIAS muchas gracias por compartir, leer y enriquecernos en el.mundo de la lectura, yo soy estudiante de Derecho TUCUMAN UNT ARGENTINA, le agradesco….
GRACIAS muchas gracias por compartir, la lecturas, GRACIAS.