Se trata de sitios de encuentro y acuerdo entre dos personas, al mismo nivel. Puede ser por un bien o por un servicio y no interviene el dinero en ningún momento del acuerdo. Mientras más masivos son, mejor funcionan porque le encuentran su “novia” a cada propuesta
La idea surgió cuando un ingeniero en sistemas que a su vez, siendo músico, se topo con la necesidad de intercambiar objetos mediante una página de internet.
Todo comenzó cuando Gabriel Fronteras hace varios años que permuta instrumentos musicales, debido a los costos de esos bienes. Por lo que decidió crear esta plataforma virtual llamada: Permutas Libres la cual ayudará a muchas personas a lograr sus objetivos de cambio de objetos.
A este proyecto se sumó Jorge Mudry, su actual socio. Y la encargada de la comunicación y la imagen de la marca es la esposa de Gabriel, María José Zissu.
La nueva plataforma se divide en varias categorías donde podes encontrar diferentes productos y servicios, con los que un usuario puede intercambiar. A través del usuario, que se crea con una dirección de correo y contraseña, las personas pueden subir productos de más de 30 categorías y también servicios. Clasifican el producto, le asignan un precio, le agregan una descripción y eligen 5 productos por los cuales lo cambiarían.
Una vez que se publica el producto, el sistema busca los productos (o servicios) que coinciden para que puedan “matchear”. Cuando esto pasa, el sistema muestra una alerta en el sitio o envía un mail con una notificación. La plataforma está operativa hace un mes en todo el país y ya tiene unos 130 avisos y los primeros 48 usuarios.
La plataforma es responsive (se adapta a móvil), intuitiva y está operativa hace un mes en todo el país. Ya tiene unos 130 avisos y los primeros 48 usuarios.
Por ahora es gratuita y en esta etapa del proyecto no están monetizando sus servicios. A futuro proyectan que el modelo de negocio sea a través de publicidad y -cuando Permutas Libres se consolide- cobrar por destacar los anuncios y por modificar las pretensiones.
Una tendencia que se expande
El trueque siempre surge en tiempos de necesidad y crisis económica. Y ahora con la red, han aparecido multitud de páginas para hacer trueques, una actividad que parece que está en pleno auge.
Hace unos años existían muy pocas webs de trueque. Hoy día, la idea explotó y en algunos lugares existen todo tipo de intercambios, desde libros de textos hasta viviendas.
Porque no sólo existe una nueva conciencia sobre la obsolescencia de los bienes, sino que se da en un contexto de nuevas tecnologías que hacen posible que puedan darse estos intercambios online. Los portales se han ido multiplicando, dando lugar a una comunicación directa e informal entre los usuarios.
Se trata de un medio que pone en contacto a un gran número de personas, poniendo sobre la mesa todas sus ofertas y necesidades. Webs que se adaptan a los usuarios, haciéndolas más fáciles de manejar.
En este tipo de páginas lo importante es el número de usuarios registrados; cuantos más haya, mejor. Las posibilidades se multiplican y resulta más sencillo encontrar a alguien interesado en hacer un trueque con nosotros.
Todo se lleva a cabo sin que el dinero intervenga en ningún momento. Tan solo hay que buscar el producto de otro usuario y cambiarlo por el nuestro. Lo único que puede llevarse a cabo es la tasación de un bien concreto, aunque puede ser orientativo.
Un rápido relevamiento periodístico arroja que Bioecon, la Comunidad del Trueque (CDT) y Munitario son algunas de las experiencias más conocidas y que cuentan con más de cinco años de trayectoria, que reafirman que el viejo intercambio basado en la reciprocidad y no en el dinero, sigue vigente. Los referentes coinciden en que es fácil, gratis y accesible.
Tendencia
– Hay una nueva economía en marcha, que postula el compartir bienes o intercambiarlos sin que el dinero intervenga en el proceso.
– La plataforma online abierta y masiva es el lugar ideal para su proliferación. Se encuentran muchos.
– Es la razón por la cual los sitios de intercambio gratuito se multiplican. La tendencia viene de afuera pero es realidad en el país.