Así lo afirmó una de las referentes del sector en Córdoba y en el país, Irene Presti, una de las creadoras de una diplomatura en la Universidad Tecnológica de Buenos Aires.
Irene Presti, socia de 3du.digital, empresa cordobesa pionera en capacitación sobre fabricación digital, asegura que -si bien la actividad relacionada a la impresión en tres dimensiones en el país ha llegado para quedarse- aún resta mucho por hacer.
“Los rubros que más preparados e interesados están porque tienen mucho roce en el exterior y vienen sabiendo lo que necesitan y en qué los pueden aplicar son medicina y odontología, mientras que otros rubros, como el de la manufactura, industrial y metalúrgica, requieren de una mayor demostración de la necesidad y de la utilidad de la impresión 3D para optimizar procesos”, dijo Presti, quien lleva adelante la empresa junto a su socio radicado en Buenos Aires, Guido Palazzo.
No obstante, aclaró que hay varias empresas del nicho industrial que han adquirido la tecnología por efectos de los cambios generacionales, que entienden la inminente transformación de la mano de la tecnología. “Cuando tienen la impresora, la usan”, destacó.
Otro es el caso del rubro indumentaria, del que si bien se presupone es un sector demandante y de gran campo de aplicación, Presti tiene sus reparos.
“Hay mucho desconocimiento, piensan que es fácil pero muchas veces armar toda una pieza es carísimo. Hay un mito porque queda lindo y está de moda, pero hay que evaluar si amerita hacer toda la pieza, o hacer el molde y un vaciado en resina, hay cosas que se pueden lograr de otro modo y que son más económicas”, dijo Presti, quien para responder las innumerables consultas que le realizan a diario las estudiantes de indumentaria, desarrolló un webinar gratuito sobre la temática.
Con todo, la empresaria asegura que lo que falta es capacitación, pero no solamente con relación al uso de la herramienta de impresión 3D o de fabricación digital, sino a su utilidad como un generador de proyectos.
Es así que junto a otros especialistas en la materia, Presti lleva adelante la Diplomatura en Diseño e Impresión 3D en la Universidad Tecnológica de Buenos Aires, donde el principal objetivo no es que los alumnos salgan sabiendo operar una impresora sino que aprendan a crear su propio negocio en función de sus necesidades.
“Lo que hacemos es crear un proyecto con nueva tecnologías de fabricación digital como impresoras 3D, corte láser o router, les enseñamos a pensar un proyecto usando nuevas tecnologías”, explicó Presti, quien -como licenciada en artes visuales- considera que el mayor valor es adquirir la capacidad de “crear algo de la nada”, lo que en este caso se traduciría en “crear un proyecto partiendo de la tecnología”.
La diplomatura arranca con una introducción a la tecnología, luego avanza sobre el diseño del proyecto y el dibujo, cuenta con materias como mecatrónica, hardware y materiales, como así también conocimientos sobre el negocio y mercado, donde se les enseña cómo comercializar los productos. (Para más información sobre la diplomatura https://sceu.frba.utn.edu.ar/course/diplomatura-en-diseno-e-impresion-3d/) .
Con todo, más de 200 alumnos han egresado de la diplomatura, que se dicta de manera cuatrimestral desde el año 2017.
Proyecciones de expansión
Y como el diagnóstico es igual para todo el país, Presti avanza en diversas tratativas con universidades de Córdoba, para promover el dictado de la diplomatura en la plaza local.
De igual forma, indicó que como el pedido de capacitación se replica desde diversos lugares del país, avanza en el desarrollo de una plataforma de e-learning para facilitar el dictado de las clases- muchas de ellas prácticas- por medio de métodos virtuales.
Por otra parte, la empresa desarrolla capacitaciones in company, sobre todo para el rubro de mayor demanda como la medicina. Concretamente han concretado una para el Hospital de Pediatría Garrahan, en Buenos Aires, como así también, en San Luis y para el mismo rubro.
Tendencias
De acuerdo con una encuesta realizada en todos los operadores mundiales de impresión 3D, lo que se viene es la impresión 3D en metal, “un material disruptivo que seguirá avanzando y cuyos costos seguirán bajando”, adelantó Presti.
Al respecto, advirtió que en Argentina ya existe un centro odontológico que la está usando para imprimir implantes y coronas en titanio, no obstante, dijo, aún no está instalado.
Por lo contrario, recordó que en Europa la modalidad es de gran uso, sobre todo en la industria aeronáutica, aeroespacial, automotriz y desde luego, en la medicina.
“Se puede contar con la impresora, el material y software diseñar de forma que sea resistente y liviano e imprimir en acero.
Son impresoras que cuestan 400 mil euros y que por lo genera funcionan en centro tecnológicos de impresión, donde la comunidad accede a sus servicios”, explicó.
En Argentina existe un centro de estas características en la ciudad de Rafaela, Santa Fe, que fue financiado por el Gobierno y funciona por una acción conjunta entre Municipio y universidades, según relató Presti.