ESCUCHARPor Salvador Treber
En el ámbito oficial, los cálculos referidos a la más probable evolución de la recaudación tributaria en el área de la Administración nacional correspondiente al presente ejercicio, el último del gobierno que preside Mauricio Macri, presentan un cuadro indiscutiblemente optimista. Hasta este momento, se mantienen sin modificaciones las estimaciones que se consignaron junto con el proyecto de Presupuesto que datan de antes del 15 de septiembre, en oportunidad de su presentación ante la Cámara de Diputados. Cabe recordar que entonces se previó un incremento interanual de 43% en los recursos tributarios frente a sólo a una suba de 25% en el gasto primario.
En consecuencia, según lo aprobado virtualmente sin enmiendas al respecto en la instancia del Poder Legislativo, se anunció que se procurará eliminar el desequilibrio que habitualmente caracterizó a dicha gestión.
Para cumplimentar tales objetivos, optaron por sostener un nivel importante de incremento que asciende a 37% sólo para las prestaciones sociales que de esa forma pasaron de $1,68 billones en 2018 a $2,29 billones para el corriente ejercicio. Dado que el Presupuesto fue confeccionado bajo la hipótesis de que la media inflacionaria de este año será de 23%, resulta obvio que para cumplir con todo lo previsto las demás erogaciones deberán descender muy notoriamente.
En la tarea de concretar tal “poda”, la más sensible reducción que se pretende realizar es en los denominados Gastos de Capital y, al efecto, se han realizado múltiples “recortes” en lo asignado a éstos con lo cual descienden de $219,1 miles de millones a $160,2 miles de millones. No obstante, el gasto total en términos generales no figura con un total disminuido debido a que las precitadas bajas han quedado totalmente compensadas por el equivalente crecimiento de los gastos financieros.
Esa nueva realidad gravita decisivamente para que también el efecto regresivo del gasto público federal se acentúe. No todos los funcionarios que tienen a su cargo estos temas coinciden en esto y se advierte que subsisten entre ellos significativas discrepancias no sólo en materia conceptual sino también en las respectivas estimaciones macroeconómicas y la evaluación de sus futuros efectos.
La principal disidencia se refiere a que el proyecto antes referido adoptó como referencia que el producto bruto interno en 2019 sólo se reducirá en 0,5%; pero los técnicos del Fondo Monetario Internacional (FM). difieren con dicha previsión y en sus estimaciones elevan ese índice a -1,7%. No sólo eso, sino que han ordenado que eliminen todos los subsidios salvo a la energía y el transporte que, de todas maneras también tuvieron bajas significativas que en términos reales son equivalentes a 0,5% del PBI.
El presidente de la Comisión de Presupuesto fue el vocero en todas las deliberaciones y sostuvo al respecto que habrá que hacer un “esfuerzo adicional” que se traduce en la suba indispensable de tributos para cerrar definitivamente la brecha fiscal.
Tales prolegómenos coadyuvan a incrementar el interés en analizar la evolución de la recaudación tributaria en el primer trimestre del presente año, para evaluar en qué medida responde el mercado a que esos requerimientos logren cumplirse. A juzgar por los primeros datos parecería que se ha concretado cierta recuperación pues frente a las diversas estimaciones sobre inflación, que en el primer mes de 2019 el incremento interanual de la recaudación tributaria haya sido de 38,9% resulta auspicioso.
Detalles sobre la recaudación de enero
Los respectivos ingresos tributarios ascendieron en dicho mes a la cifra récord de $363,9 miles de millones, que permitieron mejorar en algo la situación de la Administración nacional, pues en la triple distribución logró receptar $137,6 miles de millones que implican un incremento interanual de 48%.
El conjunto de provincias logró ingresar a sus fiscos locales $108,4 miles de millones, 38,7% mayor que el año anterior y las Contribuciones Seguridad Social fue destinataria de $104,4 miles de millones, con una suba respecto a idéntico mes de 2018 de 26,9%. Obviamente, el Sistema de Seguridad Social se mantiene gravemente jaqueado, pese al nivel óptimo que alcanzó la recaudación en este aspecto.
En cuanto a los diversos tributos, el IVA recaudó $114,7 miles de millones que representan 31,5% del total general.
En segundo lugar se ubican los Aportes Personales y las Contribuciones Patronales que en conjunto aportaron $107,2 miles de millones (29,4%); a los que le sigue el Impuesto a las Ganancias con $71,3 miles de millones, 19,6% del total ingresado. Entre estos tres tributos, cubren 80,6% de la recaudación tributaria.
En cuarto término, pero muy lejos de ese trío, se ubican los Impuestos al Comercio Exterior que totalizaron $25,3 miles de millones y en quinto lugar, el Impuesto a Créditos y Débitos en Ctas.Ctes., el que interanualmente creció un inusitado 50,7% pero, aun así, sumó apenas $24,3 miles de millones.
Los aspectos distintivos de febrero de 2019
El índice inflacionario en este mes siguió en ascenso, razón por la cual, pese a que interanualmente los ingresos tributarios nacionales hicieron lo propio en 40,4, en términos reales quedaron por debajo de lo indispensable para cubrir en alrededor de 10,6%. El total recaudado en febrero ascendió a $330,9 miles de millones y, en cuanto su primer destino final la Administración Nacional ascendió a $133,6 miles de millones que implican 49,8% respecto de idéntico mes del año 2018 y en el primer bimestre trepan a $271,2 miles de millones, es decir 48,9%.
En segundo término aparece el conjunto de provincias que percibieron $102,5 miles de millones; monto que también cotejado con criterio interanual representó una suba de +40,1% y para el bimestre de +39,4%, con lo que no cubrió las necesidades de dichas jurisdicciones intermedias. Bastante más problemático ha sido el tercer destino final el financiamiento del Régimen de Contribuciones de Seguridad Social pues los $ 82,1 miles de millones que receptaron superaron sólo en 30,1% lo percibido en idéntico mes de 2018; mientras en el bimestre acumularon $188,6 miles de millones que representan un incremento interanual de sólo 28,3%.
Si se opta por analizar las principales fuentes de ingreso en el bimestre, como es habitual el IVA surge como mayor origen de ingresos con $103,8 (+33,6%) y $218,5 miles de millones en el acumulado del primer bimestre (+34,3%). Bajo este aspecto, aparecen en segundo lugar Aportes Personales y las Contribuciones Patronales que en febrero sumaron $84 miles de millones y$ 191,2 miles de millones en el bimestre. El tercer mayor recurso ha sido el Impuesto las Ganancias que aportó en febrero $69,4 miles de millones y $140,7 miles de millones en los dos primeros meses del año.
Por medio de los tres precitados instrumentos se cubrió 80% del total recaudado en el bimestre. Entre los restantes recursos, los tributos que gravan el comercio exterior aportaron en dicho período $50,7 miles de millones y el Impuesto a Créditos y Débitos, ubicado quinto, otros $49,2 miles de millones que en consecuencia suman 14,4%; razón por la cual, mediante los cinco instrumentos precitados se ha recaudado el equivalente a 94,4% del total general del bimestre.
Lo sucedido en marzo y el cierre del primer trimestre 2019
El tercer mes del año en curso el total recaudado por todo concepto ha sido de $327.9 miles de millones, que implican una suba de 37,3% respecto a idéntico mes del año 2018 y en términos de moneda constante implica una a caída de 10,3%; mientras el acumulado del trimestre asciende a $1.022,7 miles de millones. Es de suponer que los técnicos del FMI, quienes controlan rigurosamente estos aspectos, exigirán que los funcionarios del Ministerio de Hacienda hagan nuevos y significativos recortes en los gastos para garantizar que el déficit primario sea nulo.
El acostumbrado líder, el IVA. recaudó $108,4 miles de millones que es equivalente a una mejora interanual de 35,6%, que frente al registro inflacionario de dicho lapso se torna harto insuficiente respecto a los otros instrumentos que le siguen en importancia, dejando expuesto el alto riesgo que lo sucedido pueda llegar ser aún peor. Seguramente que los Ingresos de Aportes Personales y Contribuciones Patronales figuren en el segundo lugar con sólo $83,7 miles de millones, que representan apenas un aumento de 28,6% en medida interanual, impedirá actualizar adecuadamente las jubilaciones y pensiones.
En cuanto al impuesto a las Ganancias, figura tercero con muy modestos $60,7 miles de millones (+25% interanual) y junto con los precedentes son palmarios testimonios de las enormes dificultades que se están suscitando en el área pública nacional. En cuarto lugar se han posesionado los impuestos al Comercio Exterior que en este mes ascendieron a $27,7 miles de millones y, sumando lo aportado en el trimestre, llegan a $78,3 miles de millones.
Se puede agregar el caso del tan criticado Impuesto a Créditos y Débitos Bancarios que en marzo ascendió a $22,3 miles de millones y en el acumulado $71,5 miles de millones.
La veintena de tributos restante, en conjunto, cubre el 7,7% faltante y algunos de ellos no justifican su existencia pues además requieren mucho personal especializado para encarar un contralor adecuado. El caso más evidente es el del Impuesto sobre Bienes Personales que en marzo figura con $346 millones y en el trimestre asciende apenas a $1,9 millones.
Una vez más insistimos en que estos impuestos, por su insignificante rendimiento, no tienen justificación alguna de existir. Hay que seguir el ejemplo de otros países reconocidos como líderes, que -adecuadamente legisladas- implementan las normas para coadyuvar en la búsqueda de una mayor equidad distributiva.
