Los recursos propios crecieron 32% pero traccionados por los impuestos patrimoniales. Los tributos vinculados a la actividad económica desnudaron que el panorama no repunta. Esta vez, ni siquiera acompañó la coparticipación
La recaudación de la Provincia de Córdoba alcanzó en marzo pasado a 15.830 millones de pesos, 31 por ciento por encima del mismo mes del año anterior aunque 14,5 por ciento menor en términos reales con relación a marzo de 2018.
La caída a valores constantes fue, sin embargo, más acentuada en los recursos nacionales respecto a los ingresos propios.
De todas formas, los recursos recaudados por Rentas en marzo, encadenaron 12 meses de bajas en términos reales. De hecho, el último incremento a valores constantes se produjo en marzo del año pasado. Ya en abril de ese año, los ingresos mostraron su primer declive que no se detendría hasta ahora. Y nada hace suponer que por ahora la tendencia de modifique porque las condiciones que originaron la caída siguen sin cambios, esto es una profunda recesión traccionada por una inflación que no cede y un dólar muy volátil.
De acuerdo con los datos informados anoche por el Ministerio de Finanzas, los ingresos provinciales mostraron una suba del 32 por ciento a valores nominales que, en términos reales importaron una rebaja del 14 por ciento.
En tanto, los envíos nacionales mostraron un crecimiento nominal del 31 por ciento o sea, 15 puntos porcentuales por debajo de la inflación interanual que no obstante recién se informará en 10 días.
Impuestos provinciales
Según los datos de Finanzas, los impuestos patrimoniales que representan el 30 por ciento de los recursos de original provincial, registraron un crecimiento del 58 por ciento. En ese marco, el impuesto Inmobiliario mejoró 79 por ciento y el Automotor 17 por ciento. En conjunto, registraron un alza del tres por ciento en términos reales.
El notable desempeño, básicamente del Inmobiliario, se debió a la diferencia de vencimientos con relación al año pasado, particularmente del Rural.
En tanto, los recursos vinculados a la actividad económica desnudaron una vez más que la situación sigue siendo ciertamente crítica.
En el caso de Ingresos Brutos, la recaudación subió 25 por ciento en términos nominales lo que a valores constantes implicó una caída del 19 por ciento respecto a marzo del año pasado.
La reducción, si bien levemente menor a la ocurrida en febrero, se mantiene en la misma tónica. Desde la Provincia recordaron que, más allá del impacto de la caída en el nivel de actividad que es el termómetro de ese tributo, también incidió en la baja la reducción de alícuotas aplicada desde este año en el marco del Consenso Fiscal firmado entre la Nación y las provincias a fines de 2017 y cuyos términos, aunque renegociados, se mantuvieron sin variantes.
Ingresos Brutos representó en marzo el 58 por ciento de los ingresos propios, porcentaje sorprendentemente bajo aunque en este caso explicado por la mayor participación coyuntural del Inmobiliario.
Finalmente, el impuesto de Sellos también exhibió lo peor de la crisis. Según los datos oficiales, ese tributo subió 15 por ciento en términos nominales, esto es 25 por ciento abajo a valores constantes. Según argumentó Finanzas, la fortísima baja se debió a la “brusca caída” en la base imponible de este tributo, ligado principalmente a la evolución financiera y la compra-venta de bienes durables, entre ellos inmuebles y automotores, sectores muy golpeados por la recesión económica y caída del poder adquisitivo del salario.
Recursos nacionales
En cuanto a los envíos del Gobierno nacional a Córdoba, la suba de la coparticipación del 31 por ciento se fundamentó por el aporte del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y del impuesto a las Ganancias que, en conjunto, representaron el 90 por ciento del total de recursos nacionales en marzo.
En el caso del IVA, representó el 55 por ciento del total de recursos nacionales recibidos y presentó un crecimiento del 38 por ciento en términos nominales, porcentaje que equivale a una caída del 10 por ciento en términos reales.
Respecto a Ganancias, registró una variación interanual del 25 por ciento en términos nominales, esto es una baja real del 19 por ciento, según informó Finanzas.
El lunes, el Gobierno nacional había informado que la recaudación había aumentado 37,3 por ciento en marzo hasta alcanzar los 327.869,7 millones de pesos. Si bien registró una caída en términos reales, el aumento fue mayor a la coparticipación girada a las provinciales, y en este caso a Córdoba. Esa diferencia se debió a que buena parte del incremento de los ingresos nacionales informados por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) se debió a la mejora en los recursos por retenciones a las exportaciones, impuesto que no es coparticipable con las provincias.
¿Se modera la caída?
Por lo demás, luego de las contundentes bajas que mostró la recaudación desde hace meses -en el caso de la propia desde hace un año-, se estima que ya desde abril la caída se moderará. Y no será precisamente porque el nivel de actividad muestre una recuperación más allá que eso pueda ocurrir en algunos sectores específicos. La desaceleración de la baja será producto de que la base de comparación de 2018 comenzará a ser menor.
La disparada del dólar que comenzó a fines de abril del año pasado, impactó en la inflación y comenzó a golpear el nivel de actividad, todos elementos que tallaron para que la recaudación comenzara a ceder.
De esta forma, en abril seguramente la caída de los ingresos propios respecto al año pasado será bastante inferior a la registrada hasta ahora. En cuanto a la coparticipación, se estima que todavía la baja será fuerte porque esos envíos siguieron altos hasta casi la mitad del año pasado.
De cualquier manera, los ingresos fiscales de la Provincia, sumados los propios más los envíos nacionales, siguen ajustando muy por debajo de la inflación interanual, este frente a gastos que, precisamente, sí aumentan conforme la suba de precios.
El lunes, este medio informó que la mayor parte de las erogaciones provinciales están atadas a la inflación, entre ellas el gasto salarial que mejora por claúsula gatillo, al menos hasta agosto inclusive, además de otros gastos como los vinculados a la contención social. En tanto, la obra pública que se supone será la variable de ajuste una vez que pasen las elecciones del 12 de mayo, también ajusta por precios y más aún, en muchos casos con insumos a valor dólar cuya suba superó largamente el 100 por ciento en el último año.