El código que elaboró abrió el camino a muchos otros y su influencia fue milenaria
Por Luis R. Carranza Torres
El derecho escrito en China surge durante en el llamado período “de las primaveras y otoños”, entre el 722 y el 481 a. C. Tal época recibe su denominación de los Anales de primavera y otoño, una crónica del período tradicionalmente atribuida a Confucio.
Durante ese tiempo, China no era una sino muchas, pese a la existencia nominal de un emperador, carente de todo poder. El poder real se fraccionaba en unos 170 pequeños estados. Fue un tiempo plagado de guerras pero también de un incremento de la alfabetización, que trajo nuevas ideas y avance tecnológico.
Desde sus orígenes y hasta en el presente, la consideración del derecho en la cultura y sociedad chinas difiere de la occidental, siendo objeto de sentimientos opuestos respecto a su rol, debido principalmente a la influencia de la filosofía confuciana, tal como nos dice Langlet en su obra La philosophie de la loi et l`esprit confucéen.
De allí que el Fa (derecho) es sustituido por el Li (moral social) como modo principal de regular los conflictos intersubjetivos. En las enseñanzas de Lao-Tse, se expresaba: “Un gran Estado se rige de la misma manera que se fríe un pequeño pez”, por lo que “aquel que sabe freír un pequeño pez no debe removerlo muy seguido, aquel que sabe regir un Estado no debe multiplicar las leyes”.
Cuando Zi Chan, principal magistrado del Estado de Zheng, en el 536 antes de Cristo mandó fundir calderos de bronce para grabar las reglas penales en una caldera, instituyéndolas como el Derecho del Estado, no fue del agrado de ShuXiang, su homólogo en el principado de Jin, quien, nos cuenta Bastid-Bruguière en libro L´esprit de la codification chinoise, escribió al respecto, con desaprobación: “Los antiguos soberanos deliberaban casos para regularlos, pero no hacían un código penal por temor a que eso despertase un espíritu pendenciero en el pueblo, y luego resultase imposible disciplinarlo”.
Claro que la codificación no era vista de esa forma por muchos otros gobernantes, menos atados a las costumbres. Era, para ellos, un acto mayor que expresaba soberanía. Por lo mismo, cada dinastía que se preciara de tal, con intenciones de pervivir a lo largo del tiempo, encargaba la elaboración de una codificación oficial de las reglas, por lo general, a una comisión de altos funcionarios y juristas letrados, la que programaban el actuar del soberano y sus sucesores.
De todos estos pequeños Estados, el de Wei alcanza por la época un marcado esplendor bajo el gobierno de Wen. El principal de sus ministros es Li Kui, de quien se conoce poco y nada sobre su vida privada previa. Como muchos por la época, el territorio fue fruto de la división de otro, Jin, entre los clanes de Zhao, Han y Wei. Nombrado canciller y consejero jurídico, Li Kui comenzó una serie de reformas. Innovaría con ellas respecto de los Estados en que se hallaba dividido el país. Para empezar, creó una administración pública de corte burocrática, basada en la meritocracia, desterrando la asignación de puestos por herencia. Fomentó desde el Estado el desarrollo de la agricultura, al “maximizar la instrucción y la productividad agrícola”. Asimismo estableció la “Ley de equilibrio de compras”, por la cual el estado compraba grano que almacenaba en sus graneros en años de buena cosecha, para luego vender en los años de mala producción, evitando las fluctuaciones de los precios y convirtiéndose dichas existencias en una garantía contra fenómenos de hambruna.
También codificó las leyes del Estado, convirtiéndose de tal forma en el autor de un canon de leyes, el “Fa Jing”, literalmente “derecho clásico”, hoy perdido. Según las noticias que han llegado a nosotros, tal texto estaba subdividido con leyes relacionadas con el robo, el bandidaje, los procedimientos de arresto y encarcelamiento y la punición de diversas actividades delictivas.
Se trató del primer conjunto de normas jurídicas codificadas de la antigua China, que se constituye en el núcleo jurídico y político de la dinastía de los Han en el siglo III antes de Cristo en cuanto a organización, estructura, contenido y objeto legislativo que debían contener tales ordenamientos.
El código es evocado con el término chino lü, nombre que designa los tubos sonoros base de todas las medidas, que sugiere las ideas de modelo y regla.
El resultado directo de estas medidas pioneras fue el predominio político y militar de Wei en la época y hasta las primeras décadas del “Período de los Reinos combatientes”.
Los principios fundamentales de las reformas de Li Kui fueron la inspiración en muchos lugares y aun para las generaciones posteriores. En cuanto al derecho, la instauración de rituales destinados a la aplicación de ley determinaba en la práctica tanto la judicialización como la estatalización de la solución del conflicto entre particulares. Esto fue el origen de la “filosofía del legalismo”, que pensadores posteriores -como Han Feizi y Shang Yang- desarrollarían a partir de los trazos dados por Li Kui en su código.
El Fa Jing se replicó o inspiró otros en diversas partes. La influencia de sus concepciones permanece aún hoy en las leyes chinas.