Son los problemas para las pequeñas y medianas empresas, según un informe de la Fundación Observatorio Pyme (FOP). La entidad afirma, además, que el bono salarial es “ineficaz” para asistir a trabajadores de las firmas. En otro orden, señala que para fin de año sólo un tercio de las pymes
manufactureras espera un aumento de sus ventas
La “particular estructura productiva” argentina que concentra una gran cantidad de trabajadores formales e informales en las empresas más pequeñas sin ningún acceso al crédito bancario, induce a pensar que la línea de financiamiento para capital de trabajo a tasa subsidiada que el Gobierno puso a disposición de las empresas 22.000 millones de pesos será “ineficaz” para asistir al sector productivo en el pago del bono. Así lo afirmó un informe de coyuntura de la Fundación Observatorio Pyme en relación al pago del adicional salarial obligatorio.
En este contexto, en el informe se señaló que el diferimiento hasta marzo del pago de Contribuciones Patronales por un monto equivalente sería un instrumento más eficaz. La propuesta de FOP se basa en que para el mundo de las microempresas (entre 1 y 9 trabajadores) y de las pequeñas (entre 10 y 49 trabajadores) el canal fiscal es mucho más eficaz que el canal crediticio.
Siempre siguiendo el informe, en lo que respecta a los principales problemas y expectativas para fin de año de las pymes manufactureras, se destacó que el sector está afectado por aumento de los costos, caída de las ventas y falta de financiamiento, los tres problemas que “avanzaron más rápido” en esta coyuntura negativa para las pymes manufactureras.
Los dos primeros aumentaron un 50% con respecto a igual período del año pasado, mientras que el tercero aumentó un 80%. “La difusión del retraso en los pagos de los clientes aumentó sólo un 25%, pero su nivel de difusión era ya el más alto de todos en 2017”, afirmó el estudio del FOP.
Por su parte, entre las pymes del sector de Software y Servicios Informáticos (SSI) el problema que más creció en el tercer trimestre de 2018 con respecto a igual período del año anterior es la inestabilidad del clima social, político y económico donde se desenvuelve la empresa.
En otro orden, el principal efecto de la devaluación en el corto plazo fue el incremento de los precios y la pérdida de poder adquisitivo de los clientes. Para prácticamente ninguna empresa el efecto principal fue protegerlas de las importaciones y para muy pocas el efecto principal consistió en un aumento de las exportaciones, advirtió el FOP.
Para fin de año sólo un tercio de las pymes de ambos sectores espera un aumento de sus ventas. En ese sentido, 40% de las pymes manufactureras y 20% de las de software y servicios informáticos esperan una caída de sus ventas. No obstante, de acuerdo al Índice de Confianza Empresaria PyME de FOP se detuvo la fuerte caída de la confianza entre las empresas de menor tamaño (manufactureras y de SSI) registrada durante el primer semestre del año.
Producción y empleo
En relación a producción y empleo, el informe señala que durante el tercer trimestre de 2018 las ventas reales de la industria manufacturera cayeron 8,7% y la ocupación cayó 3,2%, con respecto al mismo trimestre del año anterior. Por el contrario, en el sector de SSI las ventas reales aumentaron 12% y la ocupación 5,7%.
La dinámica también difiere según el tamaño: mientras que las empresas medianas (51-200 empleados) no han disminuido aún su personal con respecto al mismo trimestre del año anterior, las empresas pequeñas (10-50 empleados) disminuyeron la cantidad de personal 6,4%, continuando así con la preocupante tendencia a la desvinculación de su personal