ESCUCHAREs, en América y Europa, la última versión contemporánea del otrora “cuento de hadas”
Por Luis R. Carranza Torres
La abogada peruana Alessandra de Osma se convirtió el pasado viernes 16 en princesa de Hannover al contraer enlace con el príncipe Christian, con sangre azul por los cuatro costados. Los Hannover, la familia del novio, son una de las casas reales más antiguas y con mayor abolengo de Europa, que reinó siglos atrás en buena parte del viejo continente, incluyendo a Gran Bretaña y diversas partes de Alemania.
Christian de Hannover es el hijo menor del príncipe Ernesto de Hannover y su primera esposa, la suiza Chantal Hochuli,heredera de un imperio chocolatero, de quien se divorció en 1997 para casarse, dos años después, con Carolina de Mónaco.
Nació en Alemania, se mudó a París después del divorcio de sus padres y fue educado en Gran Bretaña. Es descendiente de varios monarcas, como el rey Jorge III de Inglaterra, el emperador alemán Guillermo II, el rey Christian IX de Dinamarca y la reina Victoria, siendo considerado “primo” (término en la realeza para designar parientes que no son de la familia troncal) de la mayoría de los monarcas europeos, incluido el actual Felipe VI de España.
A diferencia del príncipe Enrique de Gales -Harry para los amigos-, quien buscó a una abogada de ficción (la familia real inglesa es muchas veces más ficción que realidad), la actriz Rachel Meghan Markle -más conocida por su papel de Rachel Zane en la serie estadounidense Suits, de temática legal-, Christian eligió para compañera de vida a una abogada de verdad. Aunque Alessandra dedique su tiempo al negocio de la moda en lugar de aparecer por tribunales.
La novia, de 25 años, es llamada “princesa de los Andes” por la prensa europea del corazón, aunque entre su círculo íntimo se la apoda como “Sassa”. Por su estilo fresco y su belleza natural, Alessandra de Osma es una de las figuras más recurrentes para la prensa del corazón española; más conocida y nombrada en dicho círculo que el propio novio. Es hija de la modelo Elizabeth Foy y Felipe de Osma Berckemeyer, dueño de la empresa Hermes. Se graduó como licenciada en Derecho en la Universidad de Lima, para luego cursar un máster en Dirección de Empresas de Moda en España, más precisamente en el ISEM de la Universidad de Navarra de Madrid.
A los 16 años empezó su carrera como modelo en Nueva York en la agencia Ford, la cual retoma de tiempo en tiempo. Después de obtener el título en derecho en la Universidad de Lima, estudió un año en la Sorbona de París.
Conoció a su actual marido cuando tenía 14 años y Christian estaba de viaje por Lima. Ella hizo las veces de su “guía turística” amateur, conforme la historia oficial, y desde entonces comenzaron primero una relación de amistad y luego otra más fuerte. Estaban casados por civil y vivían juntos desde hacía más de cuatro años en Madrid, cuando ya eran considerados la pareja de moda en la alta sociedad española. Descontracturados socialmente, no es raro verlos por las calles madrileñas en moto o bici.
La boda fue celebrada en la iglesia San Pedro, en el centro histórico de Lima. Se trató de una ceremonia privada realizada bajo fuertes medidas de seguridad. Al punto de que algunas calles del centro de la capital peruana fueron cerradas. La pareja, por su parte, pidió a sus invitados que no compartieran fotos en redes sociales.
Personalidades de variada procedencia, como la modelo británica Kate Moss y las princesas Beatriz y Eugenia de Inglaterra, integraron el listado de invitados. Pero la sorpresa la dio el propio padre del novio, Ernesto de Hannover, al asistir. Las malas lenguas decían que la boda no era de su agrado, al considerar que “Sassa” no era lo suficientemente de sangre azul para integrar la familia.
Al casarse los novios por el rito católico, los futuros hijos del príncipe perderán su sitial en la lista de sucesión del trono inglés. Y aunque pudiera pensarse que eso no es muy importante, habida cuenta del puesto 452 (y a la baja, por los nacimientos de herederos más próximos) que ocupa, lo cierto es que hasta él, los Hannover cumplían fielmente con todos los requisitos para que sus descendientes siguieran en tal lista. De hecho, el padre de Christian se casó sólo por civil con Carolina de Mónaco debido al catolicismo de ésta y por dicho exclusivo motivo.
Históricamente, Perú fue el sitio del vasto imperio español donde más títulos nobiliarios, fuera de la propia España, existieron: más de un centenar. Luego de su enlace con Christian, “Sassa” se ha convertido en alteza real, princesa de Hannover y duquesa de Braunschweig-Lüneburg, los mismos títulos que también ostenta Carolina de Mónaco por el matrimonio con el padre de Christian.
En definitiva, una historia contemporánea de príncipe y abogada, de esas que se dan cada tanto. Insistentemente pedida al autor por algunas amigas del foro. Abogadas litigantes, procuradoras, funcionarias judiciales y juezas ellas, que a la par de ser las ideólogas del presente, hicieron prometer al suscripto la total reserva de sus nombres. Hemos cumplido con ambos encargues.
