Ocho de cada 10 mayores de 16 años en Argentina saben poco o nada sobre la hepatitis C, a pesar de que 61 por ciento reconoce que la enfermedad es un problema. Mientras que 7 de cada 10 nunca se realizaron el test, ni se consideran en riesgo de haber contraído el virus.
Así lo revelaron los resultados de un relevamiento hecho a 1.004 argentinos de la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado (Aaeeh).
Ezequiel Ridruejo, médico hepatólogo, presidente de la Aaeeh, explicó que decidieron llevar adelante una encuesta de estas características porque era importante empezar a conocer qué sabe y qué piensa la gente sobre esta enfermedad en nuestro país. “Los hepatólogos estamos convencidos de la gravedad de las hepatitis virales y de la necesidad de trabajar para erradicarlas, pero estamos empezando a ver que todavía tenemos mucho por construir con la comunidad”, sostuvo.
En el relevamiento, llamaron la atención algunas vías que las personas consideraban de contagio cuando no lo son. La hepatitis C no se trasmite por el contacto físico con alguien que porta el virus, aunque 34% creía que sí; tampoco por un beso o contacto con saliva, contrario a lo que consideraba 31%; no se transmite por alimentos y bebidas, aunque 30% así lo creía; y no lo transmiten el agua ni el aire, aunque así lo manifestaban 28 y 11 por ciento de los encuestados, respectivamente.
Los especialistas recomiendan que todos los argentinos se realicen el test de la hepatitis una vez en la vida, porque es una enfermedad que no da síntomas hasta que está muy avanzada y constituye la primera causa de cáncer de hígado, cirrosis y necesidad de trasplante hepático.