Lo resolvió el juez de Control Gustavo Hidlago. Lo acusa de abuso de autoridad en dos causas y lo citó a declarar
El juez de Control Anticorrupción Gustavo Hidalgo imputó por abuso de autoridad al fiscal General Adjunto de la provincia, José Gómez Demmel.
También se lo citó a declarar en el marco de dos causas vinculadas con el Código de Convivencia.
La primera de ellas está relacionada con la detención de tres cuidacoches en el partido que disputaron Belgrano y Tigre, en el Gigante de barrio Alberdi.
La denuncia fue radicada oportunamente por el ayudante fiscal Hugo Vera, quien relató que el colaborador de Gómez Demmel, Lucas Crisafulli, le dio órdenes por indicación del fiscal General Adjunto para que comprometa contravencionalmente a los “naranjitas”. En este primer hecho, además de Gómez Demmel, está imputado Crisafulli como partícipe necesario.
La otra causa -cuyo contenido no trascendió- está vinculada con otras actuaciones relacionadas con el Código de Convivencia y el denunciante también sería un ayudante fiscal. Esta nueva causa está relacionada con un nuevo requerimiento de Amayusco ante supuestas intromisiones en la tramitación de otro expediente.
Además de pruebas obrantes en la causa, la decisión de Hidalgo se apoyaría en la circular 78/17 de Fiscalía General, que establece que -para las actuaciones relativas al Código de Convivencia- los ayudantes fiscales actúan como jueces de primera instancia y en este caso no rigen los principios de subordinación al Ministerio Público. Por esto, se presume que el fiscal General Adjunto no debería interferir ni consultar ni dar directivas a estos funcionarios en esas causas.
“Aprietes”
Mientras tanto, el Tribunal Superior de Justicia analiza si abre un sumario administrativo contra Gómez Demmel, en el marco de la denuncia que interpuso por Fiscalía General la fiscal Civil, Comercial y Laboral Alicia García de Solavagione, quien certificara un supuesto “apriete” telefónico en una causa relacionada con la ley de Riesgos del Trabajo (ART).
En ese causa también interviene de oficio el Tribunal de Ética del Poder Judicial, presidido por el ex vocal del TSJ Armando Segundo Andruet (h), que aún no emitió ninguna resolución.