lunes 25, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Hay factores que hacen que las expectativas sean favorables

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 Por Tomás Novillo Saravia*

Si bien Argentina aún se encuentra en el camino de corregir importantes desequilibrios tales como inflación, déficit fiscal y comercial, altos costos laborales y logísticos así como una burocracia en todos los niveles del Estado que dificulta cualquier inversión, pocas veces en los últimos 40 años las condiciones para ahorrar e invertir han sido tan propicias. Hoy existe una serie de factores que hacen que las expectativas sobre la economía, las inversiones y los ahorros sean favorables.
En primer lugar, el contexto internacional: el mundo crece poco pero de manera sostenida, con tasas de interés en las principales monedas de referencia, subiendo lentamente pero desde niveles muy bajos, en condiciones de liquidez abundante. Esto genera un combo perfecto para que los capitales mundiales que buscan oportunidades miren al país. Argentina, por mérito del Gobierno, ha logrado colocarse en el radar de los inversores globales para intentar canalizar esos flujos hacia un crecimiento.

En segundo lugar, en el plano interno, se puede ver que el Gobierno reconoce los desequilibrios y tiene planes sensatos, sostenibles y creíbles para su corrección. Aunque un cambio en las condiciones internacionales podría frustrarlos temporalmente, la independencia del Banco Central y su firme decisión de combatir la inflación, sumado al compromiso del Gobierno en la búsqueda de un Estado que favorezca el crecimiento sostenido en el tiempo logra convencer de que ahorrar dentro de Argentina volvió a ser una buena inversión. Es decir, conseguir dólares para guardar en el colchón, o llevárselos al exterior, ya no es una urgencia.
Hoy, al haber logrado que las tasas de interés sean positivas respecto de la inflación y al despejar los fantasmas del default, ya nadie duda de la capacidad de repago del Estado. Poner sobre la mesa una agenda de reformas importante y profunda y, por sobre todas las cosas, lograr consenso y mandato social por medio de las urnas para confirmar y profundizar el rumbo, ha cambiado radicalmente la respuesta a la pregunta de dónde invertir los ahorros líquidos.
Durante la gestión del gobierno anterior y mientras el actual aún generaba dudas, cuando alguien se hacía de un capital liquido en pesos, tenía la tendencia inmediata de dolarizar o comprar algún activo real aunque no lo necesitara, sólo para mantener el valor del dinero. Hoy, en cambio, dependiendo de las necesidades individuales, las alternativas de ahorro e inversión para administrar la liquidez hasta tanto decida usarse se han multiplicado, porque al existir consistencia macroeconómica, los instrumentos que antes no presentaban relación riesgo-rendimiento atractivo, hoy sí lo tienen.
Las inversiones en pesos, sobre todo para capital de trabajo o liquidez de corto plazo con destino, tienen como alternativa viable los plazos fijos, las Lebac, los fondos comunes de inversión o los bonos soberanos en pesos. Estos instrumentos ya no presentan el riesgo de perder sistemáticamente contra el dólar. Si bien es posible que el valor del dólar se corrija en algún momento, se prevé que el interés que se cobrará por los pesos será mayor a la inflación y al dólar.

En el caso de las inversiones en dólares, si bien hoy el interés que pagan es bajo para los niveles que un ahorrista estaba acostumbrado, para quien busca una inversión defensiva o conservadora es una opción tentadora, ya que los fantasmas de default son nulos y la variabilidad se espera que sea positiva.
Las acciones, que durante años estuvieron fuera del menú del inversor minorista, hoy presentan una interesante alternativa, sobre todo si pensamos en inversiones de mediano y largo plazo. A pesar de que este año ya han subido mucho y los árboles no crecen hasta el cielo, se espera que tengan el comportamiento que tienen en cualquier economía normal, es decir, si la economía crece, las acciones suben y generalmente más que la tasa de interés. Aunque por naturaleza son un instrumento de riesgo y variable, si uno diversifica bien y se asesora correctamente, puede lograr rendimientos interesantes y consistentes.
En este entorno, es clave no perder ni un día de colocación de fondos líquidos ya que hacerlo es un costo de oportunidad demasiado alto como para darse el lujo. Como siempre, recomendamos consultar a un profesional especializado para encontrar la mejor alternativa.

*Presidente de Novillo Saravia y Cía.

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