ESCUCHAREl presidente de Cafma, Raúl Crucianelli, indicó que los guarismos demuestran que las medidas aplicadas por el Gobierno nacional -como la quita de retenciones y la devaluación de principio de año- “cambiaron el ánimo del productor”
La venta de maquinaria agrícola creció 30 por ciento en 2016, comparado con el ciclo anterior, producto de la eliminación de las retenciones y los cupos de exportación de granos, aunque en el rubro de equipos de poscosecha, el crecimiento fue menor, según lo consignó el presidente de la Cámara Argentina de Fabricante de Maquinarias Agrícolas (Cafma), Raúl Crucianelli, durante un encuentro realizado en Rosario.
“Si bien no todos los rubros crecieron igual, como ser cosecha y poscosecha, esto muestra que las medidas de quita de retenciones y devaluación de comienzo del año cambiaron el ánimo del productor”, aseguró el industrial.
También destacó que durante este año se produjo “la prórroga del decreto de 14% y se regularizó la entrega de los bonos”, e indicó que Cafma está “confiada en que se frene el ingreso de maquinaria usada extranjera. Según nos dijeron durante la reunión con el Secretario de Industria de la Nación, si hay industria nacional no ingresa el bien usado. Uno tiene que creer”.
Con respecto a 2017, Crucianelli anunció que la Cafma trabajará en la profesionalización de sus áreas, como la de comercio exterior, para acompañar a los asociados en un año que se estima será bueno para el sector.
El evento contó con la participación de Claudio Dunan, director de Estrategia de Bioceres, quien se explayó sobre se análisis sobre las “megatendencias” y predicciones para el año 2050.
En este sentido, señaló: “Tenemos que haber aprendido a producir 70% más de calorías, 60% más de proteínas, vamos a necesitar tener 50% más de energía y una disponibilidad mayor de agua de 50%”.
Así, subrayó que la “presión sobre la producción agropecuaria es enorme. Hoy la humanidad consume los recursos equivalentes a un planeta y medio. Pero eso no es lo peor, lo peor es que si continuamos en esta tendencia, para el año 2030-2050 vamos a estar consumiendo los recursos de tres planetas”.
También hizo hincapié en que el cambio climático plantea desafíos para los países y la economía en general. “El crecimiento económico aumenta las emisiones de CO2, sin embargo hay países de Europa y algunos lugares en China que han logrado disminuir la emisión de gases de efecto invernadero y han tenido crecimiento económico. Argentina está lejos, tenemos una tremenda biocapacidad; una huella ecológica positiva pero vamos en la dirección opuesta y tenemos que cambiarlo”.
Frente a este panorama, Dunan señaló que se debe pasar “a la biotecnología industrial en donde ya no se habla de desperdicios sino de subproductos”, por ejemplo el rastrojo, subproducto de la agricultura que tiene valor y hoy cotiza entre 50 y 60 dólares la tonelada.
La agricultura de la biomasa a la par de la agricultura de granos es una megatendencia. La maquinaria agrícola en este sentido tiene muchísimo para hacer y muchísima innovación para traer. El componente más avanzado de la biotecnología es la bioeconomía, esto es la producción sustentable de biomasa renovable y su transformación en alimentos, en fibras, en materiales, energía, productos químicos. Es una prioridad global, aseguró.
Finalmente, señaló que en este escenario, en Argentina “tenemos innovación en los sectores de semillas, maquinaria y biotecnología para lograr el cambio, lo que nos falta es que nos den la señal clara, legislación clara para que podamos poner todo el potencial. Es clave el rol del sector público, la investigación previa básica tiene que seguir saliendo del Inta y del Conicet, y después tiene que estar el riesgo empresario de ver el negocio, de ver que existen las condiciones para llevar esto adelante”, finalizó Dunan.
