Alejandro Moyano le ofreció en junio pasado hacerse cargo de la nueva competencia. El jefe de fiscales nunca firmó la resolución y dice que tiene un proyecto superador – Silvina Bazterrechea- [email protected]
En su escritorio ya tenía la primera investigación que de oficio iba a iniciar el fiscal Carlos Matheu, una vez que oficialmente quedara designado como fiscal especializado en delitos ambientales. El lago San Roque estaba en el mira de este funcionario judicial que “ a cuenta” comenzó a trabajar en la feria judicial luego de que el fiscal General, Alejandro Moyano, le ofreció en junio pasado hacerse cargo de la investigación de las causas de delitos ambientales.
El ofrecimiento de Moyano sonaba a poco: sólo se sumaban dos empleados y él debía trabajar más horas para seguir instruyendo las causas que a diario ingresan a su Fiscalía. Sin embargo, Matheu no dudó y rápidamente le dijo que aceptaba el desafío. Ese mismo día, el jefe de fiscales hacía el anuncio a la prensa.
Matheu es un apasionado por la temática. Desde hace 25 años trabaja como fiscal de Instrucción y desde hace diez comenzó a estudiar la problemática ambiental y los delitos asociados a ella. Conoce como pocos la ley de Residuos Peligrosos y ha dictado conferencias en todo el país. Sus méritos no han sido pocos: logró llevar a juicio y que se condenara a dos productores rurales por fumigar en barrio Ituzaingó Anexo y ocasionar serios problemas en la salud de la población. Dicho juicio tuvo trascendencia nacional y las condenas fueron ratificadas luego por el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba (TSJ).
El 10 de junio, el fiscal General anunciaba la creación de la nueva Fiscalía Especializada, que en realidad no era otra cosa que sumarle a Matheu una nueva competencia relacionada con la problemática ambiental. La resolución fue redactada, corregida y el borrador aún permanece – sin firma – en el escritorio de Matheu.
Proyecto superador
Sorpresivamente, Moyano dio marcha atrás y le comunicó a Matheu que no será el nuevo fiscal ambiental. Le dijo que la decisión fue tomada porque tienen un proyecto superador: se creará una fiscalía especializada en delitos ambientales con la estructura que tienen todas las fiscalías: secretarios, prosecretarios, empleados. Dicho así suena bien. Sin embargo, los plazos para que esto ocurra son políticos, admitió el propio Moyano a Matheu. Sucede que -como ya se sabe- una fiscalía especializada requiere de un proyecto de ley que debe ingresar a la Legislatura Unicameral para su aprobación. Luego deberá abrirse un concurso para elegir al nuevo funcionario judicial y establecer un presupuesto para su puesta en marcha. Teniendo en cuenta todo esto, es de esperarse que su creación no se produzca a corto plazo.
La pregunta que subyace es si hacía falta suspender una fiscalía -anunciada oficialmente por el jefe de fiscales- por otro proyecto cuyo plazo de ejecución es incierto y, además, desplazar a un funcionario judicial experimentado y dispuesto a trabajar en la materia.