ESCUCHAR¿Moda, corriente o tendencia? Ante el cambio de gobierno, el traspaso de profesionales a la órbita gubernamental es un hecho. Motivaciones, salario, ventajas, oportunidad, participación política, los puntos a analizar antes de dejar el ámbito empresarial
A partir de la asunción del nuevo gobierno en diciembre, se comenzaron a generar oportunidades de empleo en el sector público y, con ello, el traspaso de ejecutivos del sector privado.
¿Qué debería llevar a un ejecutivo del sector privado a pensar en realizar un traspaso al sector público? Matías Ghidini, gerente General de la consultora nacional de recursos humanos GhidiniRodil (presente en Córdoba), especialista en selección de ejecutivos y autor del libro Mi trabajo ahora, hizo un análisis sobre trabajar en el “nuevo” sector público, sus pros y contras.
“Primero, y sin dudas, tiene que haber una profunda vocación de servicio, voluntad de servir, más interés por la participación política, porque hay que pasar a ser un servidor público. Luego hay que ver por qué uno se quiere acercar al sector público. Hay quienes ya han hecho una carrera en el sector privado y les llegó el momento de querer aportar. Hay muchas otras motivaciones para hacerlo: sentir la necesidad de participar en política, preguntarse ¿si nos es ahora, cuándo? O simplemente estar aburrido de quejarse y decidir hacer algo, involucrarse”, sostiene.
A tener en cuenta
Al pasar al sector público, el profesional debe tener en cuenta que existen muchos más procesos y debe acostumbrarse a planificar y a reportar a múltiples interesados.
“Tener como clave comunicar todo. Los proyectos suelen ser para períodos acotados y tiempos urgentes. De todo hay que hacer mediciones de impacto, a partir de eso hay que saber evaluar qué proceso es el más adecuado para aplicar”, enumera Ghidini.
Además, advierte que el sector público no es para la medida de un profesional independiente, a quien le gusta hacer las cosas solo. Deberá escuchar a todos los interlocutores; los procesos son distintos, son más largos, generalmente hay varias opiniones. “Hay que tener paciencia porque lo administrativo demora todo mucho más y a veces, genera frustraciones; por ende, ser requiere de mucha tolerancia”, aconseja.
Ventajas
Una de las principales ventajas de pasar del sector privado a la órbita pública son las habilidades de gestión adquiridas en el sector privado, que fundamentalmente se traducen en el seguimiento por medio de indicadores, métricas, controles de inventarios, controles de gasto, gestión de gente y gestión de proyectos. Esto es una práctica muy importante para el sector público.
Según el especialista en selección de ejecutivos, un aspecto importante, en el que hoy todavía existen oportunidades de mejora, es el salario. “En la retribución económica hay mucho para cambiar y mejorar para que los salarios sean competitivos con el sector privado. Hoy, por ejemplo, en el sector público no se aplican políticas de beneficios ni gratificaciones variables sujetas a resultados obtenidos, algo que tendría que cambiar para ser más competitivo”.
Finalmente, recomienda para quien esté evaluando realizar este cambio: no tomar decisiones apresuradas; pensar bien, hablar con gente que actualmente esté en el sector público y pueda transmitir las experiencias de haber pasado de lo privado a lo público. También aconseja evaluar bien lo que se va a resignar y lo que va a potenciar y tener en claro el principal motivo por el cual se elige, si es vocación de servicio, remuneración, participación política, oportunidad puntual, entre otros.
