El juez de Garantías de Avellaneda, Luis Carzoglio, otorgó en las últimas semanas arrestos domiciliarios y salidas laborales a 70 presos alojados en comisarías de ese partido con el argumento de que estaban hacinados, pero al menos uno de ellos casi comete un homicidio.
La decisión la admitió el propio magistrado, quien dijo que adoptó esa medida porque se trata de delincuentes “rescatables” con los cuales mantiene constante comunicación.
“Son gente que estaba detenida en comisarías que por responsabilidad que no es de gente de la Justicia, están hacinadas y al borde del colapso”, sostuvo Carzoglio.
“Aparte de los hábeas corpus, he dado 70 arrestos domiciliarios como juez. Cada 15 días vienen a firmar, están las 24 horas del día conectados conmigo por celular porque he destinado uno a atenderlos a ellos”, explicó.
Carzoglio dijo que les dio el beneficio porque “no son homicidas” y afirmó: “80 por ciento de los que están detenidos son adictos a la droga; solucionamos eso y solucionamos el problema de la seguridad”.
“La gente que está detenida y nosotros somos víctimas de un sistema y no es que sea garantista, trato de ser justo y de apostar por el ser humano”, agregó.
El juez dijo que todo comenzó cuando un defensor oficial presentó en diciembre un hábeas corpus para que libere a los presos hacinados, pero como él se opuso, trató de solucionar el problema con el Ministerio de Seguridad.