El ministro de Derechos Humanos de Brasil, Paulo Vanucchi, dijo que renunciará si el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva da marcha atrás en su impulso a la investigación de crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura, mientras el vicepresidente José Alencar se pronunció contra la derogación de la Ley de Amnistía de 1979, que impide esa revisión.
“Soy un fusible removible, mi renuncia no sería un problema para Brasil”, señaló Vanucchi en una entrevista publicada por el diario Folha de Sao Paulo. El ministro recordó que el propio Lula fue juzgado y condenado a tres años de prisión.