ESCUCHAR“Una idea es el resultado de horas y horas de análisis, estudio, decantación, investigación, trabajo en equipo, frustraciones, tolerancia a la frustración, gestión de las emociones y coraje para el cambio”, describe Fabiana Renault. publicista y directora de la diplomatura CREA, que busca impulsar la creatividad y la innovación.
Carolina Klepp – [email protected]
Domar un león, domar una idea. En ambos casos, domarlos para que no ser devorado: ni la bestia ni aquella idea que no prosperó. La imagen del africano Kevin Richardson, conocido también en el mundo como el domador y encantador de leones, besando uno de los animales más salvajes y temidos por el hombre, sirvió de inspiración a Fabiana Renault para parangonar y hablar de cuánto se necesita hoy de los “domadores de ideas”.
Renault es publicista, directora de Crea, la Diplomatura en Creatividad e Innovación que dicta la Universidad Siglo 21 (US21) en Córdoba -y desde este año también en Buenos Aires-, e impulsora del concepto.
“Hay muy buenas ideas, lo que falta son domadores de ideas que entiendan la dinámica de éstas como para llevarlas a cabo. Las ideas básicamente se generan en el cerebro. Como dice Diego Golombeck, biólogo y científico, no existen las ideas que abruptamente aparecen, la inspiración repentina. Una idea es el resultado de horas y horas de análisis, estudio, decantación, investigación, trabajo en equipo, frustraciones, tolerancia a la frustración, gestión de las emociones y coraje para el cambio. Lo que pasa es que el cerebro busca siempre lo más fácil y ésa es una mala noticia”, subrayó Renault, quien piensa que todos podemos ser creativos y no sólo enmarcar el título en personajes como Steve Jobs o Bill Gates.
Para emprender el camino de la innovación es imprescindible comprender que todos podemos ser creativos. La creatividad se aprende y se ejercita. La innovación no es un hecho aislado: es el emergente de una cultura y de un esfuerzo sostenido.
“El cerebro es vago -continua-, quiere ir siempre por el mismo camino, porque el cerebro necesita dopamina, que es esa sustancia que le genera satisfacción inmediata. En término de ideas, esa tiranía del cerebro resulta letal porque nos dice siempre: ‘ya está lista la idea, vamos al prototipo, hagámosla’. Entonces las cosas salen mal, a pesar de que uno estaba convencido de que la idea era genial. ¿Qué pasó? A la idea le faltaron horas, días, semanas, meses. Una idea domada es una idea que tiene mucho tiempo de trabajo. No es tan importante la idea como todas las horas que se le destine a alimentarla”.
En la historia, Argentina figura como uno de los países con gran cantidad de inventos. Los argentinos inventaron el by pass, las huellas digitales, las transfusiones, el sifón, el dulce de leche; sin embargo hoy, según señaló, en el ranking de Tecnología e innovación que elabora la Fundación de la Tecnología de la Información y la Innovación, el país se encuentra en el puesto número 56, el primer puesto corresponde a Finlandia. La especialista apela a volver a estar en los primeros puestos del ranking, como en 2001, cuando el país vivió una profunda crisis pero gran creatividad.
Para Renault, no hace falta una idea nueva, se puede tomar la idea de otro u otros y mejorarla, co-crear en equipo, algo que da riqueza y acelera la concreción de una idea.
“Un equipo con opuestos colaborativos alimenta, por ejemplo: donde haya un clásico y un moderno, uno de Talleres y otro de Belgrano, uno del Área de Sistemas y otro de Comercial”.
Contó que hace 10 años una bodega sacó un vino light, idea que para ella era “buenísima” pero no funcionó. Analizó que tal vez hoy, con una fuerte impronta de la cultura light entre los consumidores, si esa bodega hubiera “domado la idea” el vino light hubiera prendido en el mercado.
En un ejemplo más local, resaltó el proceso de la marca “1882”, el fernet de la empresa Porta que ahora ideó un fernet con cola pero en formato lata. “No se quedaron con lo del principio, siguieron ‘masticando’ la idea”, señaló.
Cinco consejos
La creativa pulicitaria brindó cinco consejos para “domar una idea”. Uno de ellos es “co-crear”, sostiene que nunca una idea es de una sola persona. “Se acabó el copyright, hoy funciona el copyleft, la idea es de todos. Lo que importa es lo que hagamos todos a partir de esa idea”.
También aconseja observar. “Yo inventé una palabra que es ‘observoasociar’, que es la necesidad de observar y asociar cuando tengo una idea”.
“Alimentar” es el tercer consejo. “No podemos pensar que la idea se va a hacer fuerte y no se puede enfermar. Hay que alimentarla con investigaciones, entrevistas, con uno mismo saliendo a la cancha a ver lo que está pasando”, explicó.
También propuso serle infiel a la idea. “Como en las parejas, si lo manejamos bien, con un buen psicoanalista, la infidelidad revive la erótica de la pareja y estamos todos de nuevo contentos y con mariposas como al comienzo de la relación”.
Finalmente, invita a “retar, desafiar” la idea, cuestionarla y no quedarse con que ésta es lo suficientemente buena.
Innovar en equipo; el proceso creativo es colaborativo
Renault participó de la conferencia “Formando Talentos para la 4ª Revolución Industrial”, realizada días atrás por la US21. Allí presentó la Diplomatura Crea que dirige y que se iniciará el próximo 26 de abril en esa casa de altos estudios.
“El programa explora el pensamiento creativo como un proceso de equipo, constructivo, participativo y muy productivo, que puede ser aprendido, practicado y mejorado. Prepara las organizaciones y a su gente para este nuevo mundo en el que la capacidad de cambiar, ser creativos e innovar se convirtió en un requisito para sobrevivir y crecer”, describe.
El curso está estructurado en proyectos y no en materias. Cuenta con ocho temáticas que se dictan de manera consecutiva y no superpuesta, para propiciar la concentración en cada objetivo. Su metodología de estudio está basada absolutamente en prácticas. Dirigido a profesionales o estudiantes en la etapa final de su formación, de las carreras de Publicidad, Diseño, Comunicación Social, Marketing, Relaciones Públicas, emprendedores y todo aquel interesado en la temática “innovación”. Se cursa dos veces por semana, presencial, y tiene una carga horaria de 206 horas.
